Bicicleta; Historia, concepto y Surgimiento
La bicicleta es un medio de transporte muy popular que se compone de dos ruedas que están alineadas y fijadas a un cuadro. Este vehículo se dirige gracias a un manillar que se encuentra en la parte delantera y es impulsado por una combinación de pedales y engranajes que son movidos por los pies del ciclista.
El término moderno de “bicicleta” se remonta al año 1869, aunque se han conocido varios antecedentes de esta máquina que se denominaban “velocípedos”. Esta denominación proviene de un nombre francés que se utilizaba en el siglo XVIII para referirse a estos vehículos. En definitiva, la bicicleta es un medio de transporte eficiente y sostenible que se ha ido adaptando a las necesidades de las personas a lo largo del tiempo.
Índice de contenidos
HISTORIA
En los primeros años de la segunda mitad del siglo XVII era común ver vehículos rudimentarios de dos ruedas impulsados por los pies. Fue en el año 1690 cuando un inventor francés creó la célérifère, la cual estaba formada por un bastidor de madera al que se le añadían las ruedas. Este vehículo carecía de manillar y su asiento estaba compuesto por una almohadilla en el bastidor, siendo impulsado y dirigido por los pies del conductor contra el suelo. Fue en 1816 cuando un noble alemán diseñó la primera máquina de dos ruedas con dispositivo de dirección, la cual se llamó draisiana en honor a su inventor. Este modelo incorporaba un manillar que pivotaba sobre el cuadro, permitiendo el giro de la rueda delantera.
Posteriormente, inventores de países como Francia, Alemania y Gran Bretaña introdujeron mejoras en el diseño. En Inglaterra, estos primeros modelos se conocían como balancines, mientras que el nombre de dandy horse se le dio al vehículo inventado en 1818. En resumen, la historia de la bicicleta es rica en evolución y mejoras, y su impacto en la movilidad ha sido indudable.
El balancín fue una mejora con respecto a la draisiana, ya que era más ligero y contaba con un asiento ajustable y un apoyo para el codo. Fue patentado en Estados Unidos en 1819, aunque no generó gran interés en aquel momento. Sin embargo, en 1839, el escocés Kirkpatrick Macmillan introdujo una importante innovación al añadir palancas de conducción y pedales a una máquina similar a la draisiana.
Gracias a estas innovaciones, el ciclista podía impulsar la máquina con los pies sin necesidad de tocar el suelo. El mecanismo de impulsión se componía de pedales cortos fijados al cubo de la rueda trasera, conectados por barras de palancas largas que se encajaban en el cuadro en la parte superior de la máquina.
Estas barras se unían a las palancas a una distancia de casi un tercio de su longitud desde los pedales. De esta manera, la máquina era impulsada mediante el empuje de los pies hacia abajo y hacia adelante. En 1846, un escocés diseñó una versión mejorada de esta máquina, la cual se llamó dalzell y se popularizó en Gran Bretaña. En conclusión, la incorporación de pedales y palancas de conducción a la bicicleta supuso un avance significativo en la evolución de este vehículo y sentó las bases para su uso actual.
El modelo francés dirigido por manivela, conocido como velocípedo de pedaleo sin presión, fue el precursor directo de la bicicleta moderna y se popularizó en Francia alrededor de 1855. Este vehículo estaba construido en madera y contaba con un cuadro y ruedas de este material. Los neumáticos eran de hierro y los pedales estaban situados en el cubo de la rueda delantera o del conductor, que era ligeramente más alta que la rueda trasera.
A pesar de su innovador diseño, en Gran Bretaña este modelo se denominó “quebrantahuesos” debido a las vibraciones que producía al circular por carreteras pedregosas o calles empedradas. Aunque este modelo todavía presentaba algunas limitaciones, su introducción marcó un hito importante en la evolución de la bicicleta, sentando las bases para futuras mejoras que darían lugar al diseño actual de este popular vehículo.
LA BICICLETA MODERNA
En el año 1869, se produjo un importante avance en la evolución de la bicicleta en Gran Bretaña: se introdujeron neumáticos de goma maciza montados en acero, lo que permitió una conducción más suave y cómoda en comparación con los anteriores neumáticos de hierro. Fue en este momento cuando el vehículo fue patentado con el nombre moderno de bicicleta. Cuatro años después, en 1873, el inventor inglés James Starley produjo la primera máquina con casi todas las características de la famosa bicicleta común o de rueda alta que hoy conocemos.
Esta bicicleta presentaba una rueda delantera significativamente más grande que la trasera, con una proporción de tres a uno. Con esta innovación, se logró una mayor velocidad y eficiencia en la conducción, lo que impulsó aún más el desarrollo y la popularidad de la bicicleta en todo el mundo.
Durante los 15 años siguientes, se llevaron a cabo una serie de modificaciones y mejoras en la bicicleta, incluyendo la introducción del cojinete de bolas y el neumático. Estos inventos, junto con el uso de tubos de acero soldados y los asientos de muelles, permitieron que la bicicleta alcanzara su máximo desarrollo. A pesar de esto, la vibración excesiva y la inestabilidad de la bicicleta de rueda alta obligaron a los inventores a esforzarse por reducir la altura de la bicicleta.
Fue en torno a 1880 cuando apareció la máquina segura o baja, conocida por sus ruedas casi del mismo tamaño y los pedales unidos a una rueda dentada a través de engranajes y una cadena de transmisión, lo que permitía la propulsión de la rueda trasera.
Durante las décadas de los 60 y 70, la preocupación por la contaminación del aire causada por los automóviles hizo que aumentara el interés por la bicicleta, lo que se vio acentuado por la grave crisis petrolera que duró varios años. En parte gracias a estos estímulos, la popularidad de la bicicleta se incrementó enormemente. Se crearon carriles exclusivos para bicicletas y rutas para ciclistas en muchas ciudades.
Además, la creciente importancia de la forma física en las décadas de los 70 y 80 contribuyó a aumentar su popularidad. La bicicleta de carreras ligera de diez velocidades, equipada con frenos de mano y neumáticos estrechos de alta presión, se hizo muy común. Posteriormente, las bicicletas todoterreno, con neumáticos de banda de rodadura profunda y un cuadro más robusto, se popularizaron ampliamente.