Palacio Nacional de El Salvador
El 1 de marzo de 1911 se inauguró el Palacio Nacional, una edificación que abarca un área de 74 metros por cada lado y posee un patio central diseñado en forma de cruz griega, el cual alberga un jardín en su centro. Debido a su distribución arquitectónica, se considera un claustro. La Dirección Nacional de Patrimonio Cultural celebra la designación del Palacio Nacional de El Salvador como Monumento Nacional, realizada a través del Decreto Legislativo n.º 316 el 10 de julio de 1980, y publicada en el Diario Oficial.
“La directora nacional de Patrimonio, María Isaura Aráuz, destacó que el Palacio Nacional es el edificio más representativo de El Salvador. Su arquitectura refleja una combinación de estilos, siendo principalmente neoclásico, pero con diversas influencias, lo que lo convierte en un ejemplo de estilo ecléctico.”
“Desde 2005, el edificio cuenta con el distintivo del Escudo Azul, un símbolo establecido por la Convención de La Haya de 1954 para garantizar la protección de bienes culturales en situaciones de conflicto armado.”
Índice de contenidos
Historia
Época colonial
Tras la conquista del actual territorio de El Salvador, se fundó una villa bajo el nombre de San Salvador por orden del Adelantado Pedro de Alvarado. El propósito era consolidar el control sobre la región, tanto frente a los habitantes locales como ante las ambiciones de Pedro Arias Dávila, quien aspiraba a extender su gobernación de Nicaragua hacia este territorio. Aunque la villa se estableció en 1525, no se asentó de manera definitiva hasta 1528, en la actual Ciudad Vieja. Allí se construyó un cabildo con tres pabellones alineados frente a la plaza mayor, marcando el primer edificio gubernamental de estilo occidental en El Salvador.
En 1545, la ciudad de San Salvador fue trasladada al Valle de las Hamacas, a los pies del volcán del mismo nombre, donde permanece hasta hoy. Siguiendo las normas arquitectónicas castellanas, se trazó la plaza mayor y al sur de esta se destinó un área para el cabildo, sede de las autoridades locales y de los alcaldes mayores designados por el rey. Este cabildo fue el centro de gobierno de la Alcaldía mayor de San Salvador hasta 1785.
En 1785, la Alcaldía mayor se convirtió en la Intendencia de San Salvador por orden de Carlos III, utilizando el mismo cabildo como sede. El Barón Francisco Luis Héctor de Carondelet, intendente en 1789, proyectó la construcción de un palacio en el área que hoy ocupa el Portal de Occidente, pero fue removido antes de iniciar la obra. Sin embargo, dejó su marca en la infraestructura de San Salvador, mejorando caminos y construyendo pozos y lavaderos públicos.
Independencia y república federal
En 1821, San Salvador se transformó en provincia, y su cabildo continuó siendo sede gubernamental. Tras la independencia de Centroamérica en 1821 y la creación de la República Federal en 1823, el nuevo Estado de El Salvador tuvo su primer congreso constituyente en el convento franciscano de San Salvador. Allí se decidió unir la Provincia de San Salvador con la Alcaldía mayor de Sonsonate bajo un solo Estado.
A pesar de la creación de la federación centroamericana, las guerras civiles que la sacudieron entre 1826 y 1838 obstaculizaron el desarrollo de la infraestructura gubernamental. Fue hasta 1841, con la disolución de la federación, que se discutió nuevamente la construcción de edificios para el gobierno salvadoreño, pero las dificultades económicas y los conflictos armados lo impidieron.
Construcción del primer Palacio Nacional
A mediados del siglo XIX, bajo el mandato de Gerardo Barrios, se concibió la idea de un palacio de gobierno. El presidente Francisco Dueñas inauguró la construcción en 1866, en un predio al oeste de la Plaza Santo Domingo, actual Plaza Gerardo Barrios. El edificio, mayormente de madera, fue terminado en 1870 y sirvió como sede de los tres poderes del Estado.
El palacio original fue dañado por un terremoto en 1873 y posteriormente restaurado. Sin embargo, un incendio en 1889 lo destruyó por completo, llevándose consigo valiosos archivos y objetos de arte. Esta pérdida, junto con la inestabilidad política de la época, dificultó la construcción de un nuevo palacio hasta muchos años después.
Actual Palacio Nacional
La construcción del Palacio Nacional de El Salvador, una de las joyas arquitectónicas del país, fue un proyecto ambicioso iniciado bajo la presidencia de Pedro José Escalón en 1905. Este edificio emblemático se distingue por su mezcla de estilos arquitectónicos y la calidad de los materiales importados que se emplearon en su edificación.
Proceso de construcción y dirección
El diseño ganador fue obra del ingeniero José Emilio Alcaine, quien trabajó con un equipo conformado por destacados arquitectos y artesanos tanto locales como extranjeros. La construcción estuvo bajo la dirección de Pascasio González Erazo, con aportes de profesionales como D. O. Polcheck, el arquitecto veneciano Alberto Ferracuti, y el arquitecto español Ignacio Brugueras Llobet.
Materiales y técnicas innovadoras
Los materiales empleados fueron de origen principalmente europeo. El hierro forjado para los balcones fue importado de Bélgica, las lámparas y mármol de Carrara vinieron de Italia, y muchos de los detalles decorativos y estructuras, como las columnas de granito, se elaboraron con sumo cuidado. El sistema constructivo utilizado, conocido como Ploubalette, incluyó rieles metálicos empernados y tensores, lo que le ha otorgado al edificio una notable resistencia a los terremotos que han azotado la región.
Estilo arquitectónico
El Palacio Nacional es un edificio de estilo ecléctico, combinando elementos del neoclasicismo con detalles de los órdenes helénico, jónico, corintio y romano. Este estilo se refleja en las columnas, los capiteles ornamentados y los arcos que adornan las puertas y ventanas exteriores, brindando una elegancia clásica que ha perdurado a través del tiempo.
Decoración interior
Las pinturas y decoraciones en yeso de los salones del Palacio fueron realizadas por artesanos salvadoreños y dirigidas por el pintor de apellido Sánchez. Además, el italiano Gugliemo Aroni supervisó las decoraciones en yeso, que aún adornan los salones principales del edificio.
Características
El Palacio Nacional de El Salvador no solo es un símbolo arquitectónico y político del país, sino que también alberga una rica historia y un notable valor cultural. Su edificación, que se erige majestuosamente en el corazón de San Salvador, es un testimonio de la herencia y la identidad nacional.
Características arquitectónicas y disposición
El Palacio Nacional consta de dos niveles y dos áreas de sótano al norte y al sur. Antes de la construcción de la Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES), estos sótanos albergaban el Archivo General de la Nación (AGN). El edificio ocupa un perímetro cuadrangular de setenta y cuatro metros por lado y presenta un patio central de forma irregular, con jardines adornados con cinco araucarias plantadas en la década de 1930, simbolizando la unión de las naciones centroamericanas.
Salones y uso de espacios
El Palacio cuenta con ciento un salones secundarios y cuatro salones principales, cada uno con un propósito significativo:
- Salón Rojo (Salón de Honor): Ubicado en el piso superior, este salón se distingue por su techo decorado con medallones que representan a exmandatarios destacados. También cuenta con un balcón de honor tallado en mármol y granito, donde se realizan ceremonias de entrega de credenciales a embajadores.
- Salón Azul: Localizado en el extremo opuesto del segundo piso, este salón fue sede del poder legislativo y es considerado un Monumento Histórico Nacional desde 1974. Su diseño incorpora elementos jónicos, corintios y romanos.
- Salón Amarillo: Antiguamente usado como oficina del Presidente de la República, este salón es emblemático de la administración gubernamental.
- Salón Rosado: Originalmente albergaba a la Corte Suprema de Justicia y, posteriormente, al Ministerio de Defensa.
Además, se encuentra el Salón Jaguar, que exhibe elementos de la cultura indígena, enriqueciendo la diversidad cultural del Palacio.
Detalles decorativos y materiales
El Palacio es un catálogo arquitectónico que exhibe más de 50 diseños de pisos, 70 diseños de decoraciones murales y 60 de cielos falsos, proporcionando una armonía visual única en sus ciento cinco habitaciones. Cada espacio está cuidadosamente diseñado, destacando colores y elementos decorativos que realzan su majestuosidad.
Elementos distintivos en la fachada
La fachada principal del Palacio está adornada con seis columnas y estatuas de Cristóbal Colón e Isabel la Católica, donadas por Alfonso XIII de España en 1924. La combinación de estilos arquitectónicos, incluyendo elementos neogóticos, neoclásicos y renacentistas, añade al carácter histórico del edificio.
En 1980, el Palacio Nacional fue declarado Monumento Nacional, consolidando su importancia no solo como sede del gobierno, sino también como un símbolo perdurable de la identidad salvadoreña y su patrimonio cultural.