Iglesia El Rosario; El Salvador
Desde 1971, la iglesia El Rosario se ha consolidado como un símbolo espiritual para los salvadoreños. Es una de las edificaciones religiosas más recientes de la ciudad, caracterizada por su estilo arquitectónico contemporáneo, que presenta una notable influencia europea y es singular en todo el continente.
Situada frente al parque Libertad, esta estructura tiene unas dimensiones de 24 metros de ancho y 80 metros de largo, con un diseño ovalado que carece de columnas, alcanzando una altura de 22 metros.
Índice de contenidos
Introducción
Originalmente, en este lugar se encontraba la histórica Iglesia Parroquial de San Salvador, construida en el siglo XVIII por el presbítero y héroe de la independencia José Matías Delgado. Se cuenta que la iglesia estaba hecha de madera, pero lamentablemente fue destruida por un incendio. Como resultado, en 1962, el arquitecto y escultor Rubén Martínez diseñó un nuevo edificio innovador.
Martínez es responsable de importantes monumentos en el país, como la Plaza de la Constitución y el Monumento a la Paz, entre otras obras arquitectónicas.
A diferencia de otros templos, esta iglesia carece de pilares que interrumpan la vista de los fieles hacia el altar y las hermosas imágenes religiosas que adornan su interior.
Los visitantes se maravillarán con sus distintivas paredes de concreto expuesto, que están arqueadas por una serie de vitrales que iluminan el interior oscuro del templo, creando un espectáculo visual que enriquece los atardeceres de la capital. Su diseño se asemeja más a un hangar para aviones que a una iglesia convencional.
Asimismo, este impresionante edificio alberga un elegante vía crucis, elaborado con hierro forjado negro sobre cemento y piedra pómez, realizado de tal manera que invita a la contemplación artística de cada una de sus piezas.
Hoy en día, en la iglesia El Rosario descansan los restos de próceres como los hermanos Aguilar (Nicolás, Vicente y Manuel), lo que convierte a este templo en un Bien Cultural protegido por la Convención de La Haya y declarado Lugar Histórico por el decreto #38 de la Asamblea Legislativa en 1972.
Además, esta iglesia es considerada una de las edificaciones emblemáticas del Centro Histórico de San Salvador, no solo por los acontecimientos significativos que ha albergado, sino también por su diseño arquitectónico único, que representa una importante expresión artística de nuestro impresionante El Salvador.
Arquitectura
Martínez diseñó la iglesia El Rosario basándose en las enseñanzas litúrgicas del Concilio Vaticano II, que promovían una “iglesia de cara al pueblo y no en fuga de Dios”. En su interior, se ha prescindido de pilares que bloqueen la visibilidad. El edificio presenta una forma arqueada, destacando sus paredes de concreto expuesto, una cuidadosa disposición de luces, vidrieras integradas al cemento y un vía crucis elaborado con hierro negro sobre cemento y piedra pómez. Al final de estas estaciones, se encuentra una figura de un “Cristo resucitado” en hierro en espiral.
En este mismo lugar, donde comenzó a desarrollarse la ciudad de San Salvador, se erigió originalmente la parroquia dedicada al Santísimo Salvador del Mundo, que inicialmente estaba bajo la advocación de la Santísima Trinidad. Además, la iglesia alberga los restos de los presbíteros José Matías Delgado y, posiblemente, de Nicolás Aguilar y Bustamante.
Piezas de arte
El interior de la iglesia, visto desde la puerta principal, está adornado con esculturas religiosas modernas y vitrales. En el sur del atrio se encuentra una imagen de madera de Fray Martín de Porres.
En la capilla eucarística, una franja de vitrales en el lado de la nave presenta un diseño de peces. En el sagrario, un cuadrado de vidrio rojo capta la luz de fondo y la proyecta hacia el interior.
En la capilla penitencial, hay una franja de vitrales que representan escenas de la Crucifixión de Jesús. En el entorno de la capilla, el vía crucis está representado en el piso con hierro negro sobre un fondo de cemento y piedra pómez, y al final de esta representación se encuentra una figura de Jesús resucitado también de hierro, ambas esculturas creadas por Rubén Martínez.
Altar
El altar de la iglesia es simple, compuesto por una estructura negra con dos columnas cilíndricas. En una de las columnas se ubica una imagen de la Señora del Rosario y en la otra, una de Santo Domingo de Guzmán. En el centro del altar, se halla una imagen de Jesús crucificado, debajo de la cual está el santuario, que incluye su ambón, sede y pila bautismal, todos elaborados en piedra y cemento.
Historia
Antecedentes
En el lugar donde se ubica la Iglesia del Rosario, previamente se encontraba la Iglesia Parroquial de San Salvador, que más tarde se convirtió en la Catedral Metropolitana original tras la creación de la Diócesis de San Salvador.
La iglesia también alberga los restos de los presbíteros José Matías Delgado y, posiblemente, de Nicolás Aguilar y Bustamante. El 15 de enero de 1859, el Illustrated London News publicó una litografía de la Catedral Metropolitana junto a un artículo que comentaba sobre los daños ocasionados por el terremoto de 1855.
Después del terremoto del 19 de marzo de 1873, todos los vasos sagrados y ornamentos de la catedral fueron trasladados temporalmente a la Iglesia de Concepción en San Salvador.
Iglesia moderna
La actual iglesia El Rosario es uno de los templos más recientes del Centro Histórico. Dado que la iglesia anterior era de madera y de dimensiones reducidas, en 1962 el fraile dominico Alejandro Peinador encargó al arquitecto y escultor Rubén Martínez el diseño de la nueva edificación. Además, el también dominico español Domingo Iturgaiz fue encargado de crear las vidrieras de colores para los lados este y oeste. Sin embargo, los planos iniciales no fueron aprobados por las autoridades eclesiásticas, lo que llevó a Martínez a buscar la aprobación del Vaticano, que finalmente autorizó el proyecto. La construcción comenzó en 1964 y se completó en junio de 1971.
El 13 de julio de 1972, la Asamblea Legislativa emitió el decreto número 38, declarando el sitio en construcción del nuevo Templo de El Rosario como Lugar Histórico de la República. Esta declaración se realizó en reconocimiento a la importancia histórica del lugar, especialmente durante su tiempo como Iglesia Parroquial y posteriormente como Catedral de San Salvador. El decreto fue ratificado por el presidente Arturo Armando Molina el 24 de julio de 1972 y entró en vigor ocho días después de su publicación en el Diario Oficial, el 28 de julio.
