Desierto de Atacama, Historia, Ubicación y descripción
El desierto de Atacama es conocido como el área no polar más seca del planeta. Este desierto ocupa las zonas norteñas de Chile, específicamente en el Norte Grande y el Norte Chico, extendiéndose a través de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y el norte de Coquimbo. Con una superficie que ronda los 105,000 kilómetros cuadrados, se extiende a lo largo de casi 1,600 kilómetros y alcanza un ancho máximo de 180 kilómetros. Este vasto desierto se encuentra bordeado al oeste por el océano Pacífico y al este por la cordillera de los Andes.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza, la ecorregión del desierto de Atacama se extiende desde la ciudad de Arica, en la latitud 18°24′ S, hasta las cercanías de La Serena, en 29°55′ S. Además, otra zona de este desierto corresponde a la ecorregión conocida como la puna de Atacama. Esta área, situada a más de 3,500 metros sobre el nivel del mar, abarca la ladera occidental de la cordillera de los Andes en el norte de Chile, así como la ladera oriental en el noroeste de Argentina y el suroeste de Bolivia.
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Origen
La ecorregión del desierto de Atacama en Chile es abundante en recursos minerales tanto metálicos como no metálicos. Entre los metálicos destacan el cobre —del cual Chile es el principal productor mundial, con el 28% de las reservas globales—, así como el hierro, oro y plata. En cuanto a los recursos no metálicos, el desierto alberga grandes depósitos de boro, litio —con el 39% de las reservas de Sudamérica—, nitrato de sodio y sales de potasio. También se extrae la bischofita, una sal de magnesio del salar de Atacama, utilizada en la construcción de caminos como agente apelmazante.
Estos recursos son aprovechados por diversas compañías mineras, incluidas Codelco, la mayor productora de cobre en el mundo, y otras como Lomas Bayas, Mantos Blancos y Soquimich. El desierto de Atacama es el lugar con mayor radiación solar en la Tierra, con niveles que superan los siete kilovatios hora por metro cuadrado, lo que le otorga el mayor potencial de energía solar del planeta.
Su origen se remonta a unos tres millones de años, cuando era un lecho marino. Este desierto se formó principalmente debido al efecto Föhn, un fenómeno climático que ocurre en las laderas orientales de los Andes, donde las nubes descargan su humedad antes de cruzar la cordillera. Al no contener agua en su ascenso, se genera un entorno desértico en el lado occidental.
Este proceso también se refuerza al oeste por los anticiclones del Pacífico, sistemas de alta presión que permanecen junto a la costa y generan vientos alisios hacia el este, desviando las tormentas.
Otro factor relevante es la corriente de Humboldt, que transporta aguas frías desde la Antártida hacia el norte, a lo largo de las costas de Chile y Perú. Esta corriente enfría las brisas marinas, reduce la evaporación y crea una inversión térmica, impidiendo la formación de nubes de lluvia. La humedad de las brisas se condensa en las laderas de la cordillera de la Costa, creando ecosistemas costeros endémicos, con cactus, suculentas y flora adaptada a la aridez.
Finalmente, la cordillera de los Andes también contribuye a la aridez del desierto. En el norte, el Altiplano —una meseta volcánica elevada— bloquea el ingreso de las tormentas húmedas provenientes de la cuenca del Amazonas al noreste, limitando aún más las precipitaciones en esta región de Chile.
Clima
En el desierto de Atacama, una precipitación significativa —equivalente a 1 mm o más— puede ocurrir solo una vez cada 15 a 40 años, y en su área central se han documentado periodos de hasta 400 años sin lluvias. Sin embargo, entre enero y febrero, la región experimenta el llamado “invierno altiplánico,” que trae algunas lluvias y frecuentes tormentas eléctricas.
A pesar de su extrema aridez, no es el desierto más seco del planeta; ese título corresponde a los valles secos de McMurdo en la Antártida. Las temperaturas nocturnas y diurnas en Atacama varían drásticamente. Durante la noche, en zonas como Ollagüe, pueden descender hasta -25 °C, mientras que en el día, la sombra registra temperaturas de entre 25 y 50 °C.
La diferencia entre verano e invierno no es muy marcada debido a su cercanía al trópico de Capricornio. En verano, las temperaturas matutinas oscilan entre 4 y 10 °C, con máximas que alcanzan los 45 °C bajo la luz directa del sol. La radiación ultravioleta es intensamente alta, lo que hace esencial el uso de gafas y protectores solares.
La humedad relativa es muy baja en el interior, con solo un 18%, mientras que en la costa puede alcanzar hasta un 98% en invierno. La presión atmosférica se sitúa en 1017 milibares. En ciertas épocas del año, se presentan fuertes vientos y ventiscas, con ráfagas que pueden llegar a los 100 km/h, comúnmente en horas del mediodía.
Flora y Fauna
El Desierto de Atacama es famoso por el fenómeno del “desierto florido,” que permite la aparición de más de 200 especies de plantas nativas, según la Corporación Nacional Forestal de Chile. Debido a esta particularidad, fue designado como Parque Nacional Desierto Florido por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad de Chile, contribuyendo a su preservación como parte del programa del Presidente Gabriel Boric.
La flora y fauna de esta región se adapta a la extrema sequedad del clima. La vegetación predominante incluye diversas especies de cactus, que han evolucionado para prosperar en condiciones áridas. Además, la topografía del desierto crea pequeñas zonas con agua, donde brotan plantas como la esmeralda, la pica y la matilla cuando el agua es abundante.
En cuanto a la fauna, se pueden observar diversas especies de aves, como picaflores (de Arica, cordillerano, de cora, entre otros) y palomas (como la boliviana, de la Puna y quiguagua). También existen cauces secos llamados “ríos del desierto” que sirven de hábitat para varias especies. Entre los animales que habitan estos parajes se encuentran búhos (como el chuncho del norte y el tucúquere), guanacos, vicuñas y zorros (chilla y culpeo).
Las condiciones climáticas y de altitud de la zona contribuyen a la singularidad de su flora y fauna en comparación con áreas cercanas. A pesar de su aridez, el desierto cuenta con lagunas como Chaxa, Miñiques y Puritama, que son atractivos turísticos y ecológicos importantes. Estas lagunas fomentan el crecimiento de plantas como el cachiyuyo, la llareta y la paja brava. Además, en esta región se encuentra la Reserva Nacional Los Flamencos, un destino popular entre los turistas.
Historia
El Desierto de Atacama es famoso por el fenómeno del “desierto florido,” que permite la aparición de más de 200 especies de plantas nativas, según la Corporación Nacional Forestal de Chile. Debido a esta particularidad, fue designado como Parque Nacional Desierto Florido por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad de Chile, contribuyendo a su preservación como parte del programa del Presidente Gabriel Boric.
La flora y fauna de esta región se adapta a la extrema sequedad del clima. La vegetación predominante incluye diversas especies de cactus, que han evolucionado para prosperar en condiciones áridas. Además, la topografía del desierto crea pequeñas zonas con agua, donde brotan plantas como la esmeralda, la pica y la matilla cuando el agua es abundante.
En cuanto a la fauna, se pueden observar diversas especies de aves, como picaflores (de Arica, cordillerano, de cora, entre otros) y palomas (como la boliviana, de la Puna y quiguagua). También existen cauces secos llamados “ríos del desierto” que sirven de hábitat para varias especies. Entre los animales que habitan estos parajes se encuentran búhos (como el chuncho del norte y el tucúquere), guanacos, vicuñas y zorros (chilla y culpeo).
Las condiciones climáticas y de altitud de la zona contribuyen a la singularidad de su flora y fauna en comparación con áreas cercanas. A pesar de su aridez, el desierto cuenta con lagunas como Chaxa, Miñiques y Puritama, que son atractivos turísticos y ecológicos importantes. Estas lagunas fomentan el crecimiento de plantas como el cachiyuyo, la llareta y la paja brava. Además, en esta región se encuentra la Reserva Nacional Los Flamencos, un destino popular entre los turistas.
