¿Qué es la Cartografía?, Información, concepto y Características
La Cartografía es una disciplina que combina el arte y la ciencia de crear mapas. El término proviene de las palabras griegas “khartēs”, que significa “mapa”, y “graphein”, que significa “escribir”. Además de ser una práctica de elaboración de mapas, la cartografía es también un campo de estudio académico.
La cartografía abarca una amplia gama de técnicas y métodos para recopilar, analizar y representar información geográfica. Algunas de las herramientas y tecnologías utilizadas en cartografía incluyen sistemas de información geográfica (SIG), fotografía aérea, satélites, radares y tecnologías de posicionamiento global (GPS).
Índice de contenidos
Introducción
Los mapas pueden tener diferentes propósitos, como la navegación, la planificación urbana, la gestión de recursos naturales, la investigación científica, la educación y muchos otros campos. La representación precisa y efectiva de la información geográfica es esencial para tomar decisiones informadas en diversos ámbitos de la vida.
La creación de mapas ha requerido tradicionalmente el uso de diversas técnicas, como la medición, la proyección y la representación gráfica de la información geográfica, por lo que podemos dar tres conceptos diferentes:
- El conocimiento de cómo buscar y elegir información relacionada con distintos aspectos de la geografía a partir de diversas fuentes, con el fin de luego sintetizar los resultados en un conjunto de datos coherente y preciso.
- El uso de métodos y destrezas de diseño con el objetivo de elaborar un mapa final que logre representar con exactitud la información, de manera que los lectores, quienes tienen variados niveles de habilidad en la lectura de mapas, puedan interpretarlo adecuadamente.
- Habilidades manuales y técnicas de diseño gráfico se utilizan para simplificar y representar la información en un mapa mediante el uso de símbolos, líneas y colores, con el fin de minimizar la congestión o la confusión, y lograr que el mapa sea fácilmente legible.
Además de ser expresiones artísticas que reflejan la habilidad de sus creadores, los mapas también tienen un valor histórico y sociológico. Por ejemplo, los primeros mapas elaborados por instituciones cartográficas oficiales en el siglo XIX son archivos de información crucial para entender la evolución del paisaje a lo largo del tiempo, ya que revelan industrias olvidadas y antiguas rutas de ferrocarril o caminos que hoy están abandonados. Estos mapas proporcionan evidencia de posibles contaminaciones del suelo debido a usos pasados de la tierra.
Un ejemplo adicional en esta misma línea, aunque más sombrío, es el uso propagandístico de mapas en la Alemania nazi, donde se empleaban para mostrar una supuesta “amenaza” que representaban los polacos y los europeos orientales, presentándolos como una fuerza que “superaba en número y rodeaba” al pueblo alemán. El estudio de la elaboración de estos mapas y las circunstancias en las que se llevaron a cabo son temas de investigación académica, ya que pueden arrojar luz sobre ciertos aspectos de la mentalidad de esa época histórica.
No hay una única manera correcta de elaborar mapas, ya que esto depende de las herramientas disponibles para el cartógrafo, el propósito del mapa y el conocimiento de base. Sin embargo, existen varios métodos empíricos que pueden servir como orientación para el cartógrafo.
Diferentes tipos de mapas
Es importante tener en consideración que los diversos tipos de mapas requieren un enfoque único y diferentes técnicas para su elaboración.
La clasificación más común de los mapas se realiza en dos categorías: los mapas topográficos y los mapas temáticos. Los primeros muestran la distribución y relación espacial de diferentes características naturales o artificiales del paisaje, como fronteras, redes de transporte (carreteras, ferrocarriles, canales, senderos y aeropuertos), cursos y cuerpos de agua (ríos y lagos), asentamientos humanos (pueblos y ciudades), forma y altitud del terreno, entre otros.
En contraste con los mapas topográficos o generales, los mapas temáticos se enfocan en las variaciones espaciales y la apariencia de un solo atributo o la relación entre varios. No hay restricciones en términos de contenido para los mapas temáticos, que pueden abarcar desde la geología de una zona hasta el porcentaje de población escolarizada en un momento específico o los resultados de elecciones generales recientes. Sin embargo, esta distinción no siempre es clara, ya que un mapa topográfico en sí mismo puede ser considerado un mapa temático y muchos mapas temáticos podrían caer en la categoría de topográficos.
Una diferencia más significativa se encuentra en la distinción entre los mapas de gran y pequeña escala. Los mapas temáticos suelen ser de pequeña escala, donde la precisión en la ubicación de los elementos representados no es tan relevante como capturar de manera precisa las características estructurales básicas de la distribución de esos elementos en el espacio. Sin embargo, cuando el área de estudio es más específica, como una ciudad, los mapas suelen tener una escala relativamente grande. Estos mapas muestran un mayor nivel de detalle, incluyendo características como el tipo de terreno y las propiedades de las parcelas. Por lo general, se realizan a escalas entre 1:500 y 1:5,000, y no se requiere mucha generalización o simplificación de la información recopilada. El usuario solo necesita tener una comprensión básica del tipo de proyección utilizada.
En contraste, los mapas de pequeña escala suelen tener altos niveles de generalización o simplificación. Con el objetivo de evitar la sobrecarga de información y facilitar la legibilidad del mapa, las carreteras y otros elementos pueden ser desplazados de su ubicación real, siempre y cuando los diferentes elementos mantengan una distancia relativa constante entre sí. En casos extremos, como en mapas con escalas de 1:1,000,000 o más pequeñas, el resultado a menudo es una representación caricaturesca que tiene más valor como ilustración, ya que la información cuantitativa, como la distancia entre dos lugares, puede resultar imprecisa en este tipo de mapas.
La distinción entre mapas de gran y pequeña escala es subjetiva y varía según los países. Algunos consideran que un mapa es de gran escala a partir de 1:10,000, mientras que otros lo consideran a partir de 1:25,000. Además, los mapas también pueden clasificarse en función del tipo de proyección utilizada, lo cual influye en su apariencia, propiedades y confiabilidad.
El nacimiento de la nueva Cartografía
La cartografía histórica surgió con la invención de la imprenta hace varios siglos. Durante cinco siglos, los cartógrafos elaboraron mapas en papel utilizando diferentes métodos para crear la imagen impresa. Estos métodos evolucionaron desde el grabado en arcilla y cobre hasta los trazados en plástico y la creación de máscaras de color mediante técnicas fotográficas avanzadas.
En las últimas tres décadas, y especialmente desde 1990, la cartografía ha experimentado una transformación radical debido a la introducción de computadoras. Los primeros avances en este campo fueron realizados por meteorólogos y biólogos en Suecia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Sin embargo, los avances más significativos se llevaron a cabo por cartógrafos británicos y estadounidenses entre 1968 y 1973, extendiéndose posteriormente a nivel mundial. Estos esfuerzos de investigación han generado cambios significativos que han transformado la cartografía de manera definitiva. Algunos de estos cambios destacables son los siguientes:
- Actualmente, los mapas se elaboran principalmente a partir de bases de datos informáticas. El uso de ordenadores (computadoras) no se limita únicamente a la automatización de las técnicas de cartografía tradicionales, sino que se ha convertido en una herramienta que controla la cantidad y calidad de los datos, los combina, selecciona aquellos de mayor relevancia y muestra los resultados de acuerdo a las preferencias del usuario.
- Es común adaptar los resultados de la cartografía a las necesidades de los posibles clientes. Por ejemplo, en algunos países, los clientes pueden seleccionar un área de interés en la pantalla de una computadora y el mapa se ajusta a la forma que deseen. Luego, el mapa se imprime en papel y su contenido variará según la elección del usuario y la escala que elija dentro de límites aproximados de 1:100 a 1:5.000.
- En la actualidad, es frecuente el uso de mapas virtuales que se visualizan en pantallas y no pueden ser impresos en papel.
- Gracias a la creciente accesibilidad de programas informáticos y datos, cada vez más personas tienen la capacidad de crear mapas, lo que ha resultado en una proliferación de mapas sin la necesidad de formación cartográfica.
Existen mapas que se alejan del estilo tradicional de mapas lineales, gracias a la corrección de distorsiones geométricas en imágenes aéreas y de satélite mediante programas informáticos. Esto permite obtener una alta resolución en áreas donde los mapas anteriores estaban desactualizados o no reflejaban cambios recientes, así como en paisajes específicos como estuarios y humedales.
Sistemas de información geográfica
Antes de 1985, las distintas funciones de los profesionales en la cartografía topográfica eran claramente definidas. Los geodestas realizaban minuciosas lecturas con instrumentos y calculaban los elementos que definían la forma general del paisaje. Con esta información, los topógrafos completaban los detalles en el terreno, y los operadores de fotogrametría creaban un mapa preliminar utilizando fotografía aérea.
Los cartógrafos, por su parte, unificaban todos estos datos de manera atractiva y los presentaban de forma clara y efectiva, evitando cualquier ambigüedad. Otros especialistas, como los geólogos, utilizaban estos mapas como base para añadir detalles de su interés.
No obstante, en la última década, esta estructura ha experimentado cambios significativos debido a la incorporación de nuevas tecnologías. La utilización de satélites del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y los modernos equipos de medición geodésica han reducido la necesidad de habilidades especializadas en gran medida. Ahora, se han creado bases de datos en programas informáticos que permiten la producción de mapas con una calidad, legibilidad y velocidad superiores a las obtenidas con técnicas antiguas.
La amplia utilización de computadoras ha llevado al surgimiento de una nueva categoría de herramientas conocidas como Sistemas de Información Geográfica (SIG). El primer SIG fue creado en Canadá en 1965 con el objetivo de llevar a cabo un inventario completo de la fauna y flora en todo el país. En la actualidad, hay miles de SIG en funcionamiento en todo el mundo, y su cantidad sigue aumentando a una tasa aproximada del 20% anual.
La capacidad de un SIG para solicitar o responder a información es prácticamente ilimitada, si se consideran todos los aspectos relacionados con la realidad física y las diversas actividades humanas. Sin embargo, se puede resumir en que un SIG puede abordar los siguientes tipos de interrogantes:
- Interrogantes específicas, tales como “¿qué se encuentra en…?”, como por ejemplo, “¿qué tipo de suelo se ubica en la latitud X y longitud Y?” o “¿cuál es la población de un distrito o una circunscripción electoral?”
- Orientación, ¿cuál es la ruta para ir desde… hasta…?: por ejemplo, proporciona instrucciones precisas para viajar en automóvil desde la calle Alcalá en Madrid hasta la Place de la Concorde en París.
- Ubicación, ¿es correcto o incorrecto que… se encuentre en…?: por ejemplo, ¿en qué región del país o del mundo puedo encontrar cultivos del tipo A que se desarrollen en suelos del tipo X?
- Transformación, ¿cuáles son las diferencias desde…?: por ejemplo, ¿qué modificaciones ha experimentado la superficie de la selva en las últimas dos décadas?
- Característica de ubicación, ¿cuál es el patrón espacial?: por ejemplo, ¿en qué área se encuentra la mayor incidencia de mortalidad infantil relacionada con un tipo específico de cáncer?
- Proyecciones, ¿Qué sucedería en caso de…?: por ejemplo, ¿cuál sería el impacto si se agregara otra carretera secundaria a la autopista que rodea la ciudad?, ¿cómo se incrementaría el tráfico y cuáles serían los cambios en la distribución geográfica?
Sin embargo, la verdadera ventaja de los SIG radica en su capacidad para integrar información geográfica recopilada de forma independiente por diferentes instrumentos (como digitalización, bases de datos, escáner, etc.) y de distintas organizaciones que tradicionalmente utilizaban esa información solo para sus propios propósitos.
Los SIG permiten superponer capas con diferentes tipos de información, registrando características comunes en áreas específicas. Si hay dos conjuntos de datos de un país, como suelos y productividad de cultivos, se obtiene una combinación. Sin embargo, si hay 20 grupos de datos diferentes, se tendrían 120 pares de combinaciones y más de un millón de combinaciones en total. Gracias a estos sistemas, es posible fusionar todas las capas en una sola, lo que permite su utilización para una amplia variedad de fines, mucho más amplios que si estuvieran almacenados en bases de datos independientes.
No obstante, ¿qué implicaciones tiene esto para la cartografía? En primer lugar, representa un verdadero avance para las organizaciones cartográficas estatales, ya que garantiza que sus datos sean utilizados de manera más amplia. Sin embargo, los efectos de los SIG van mucho más allá. Por ejemplo, los mapas tradicionales, aunque contienen una gran cantidad de información y son adecuados para su uso en el terreno, presentan dificultades a la hora de extraer diferentes tipos de datos y combinarlos de manera significativa para adaptarse a las necesidades individuales.
Por otro lado, los mapas siguen siendo el mejor método para representar las variaciones geográficas de una manera comprensible y rápida para diversas personas. La combinación de un SIG, como un “instrumento para explorar, seleccionar y analizar información”, con la cartografía automatizada está impulsando la rápida expansión de los mapas, aunque la mayoría de ellos ya no son creados por cartógrafos ni se producen en papel.