Uso de células madre en veterinaria

El uso de células madre en veterinaria representa una revolución en el campo de la medicina regenerativa para animales. Desde su primera aplicación clínica en caballos con lesiones tendinosas, este enfoque ha demostrado un gran potencial para regenerar tejidos, modular respuestas inflamatorias y acelerar la recuperación.

En los últimos años, veterinarios e investigadores han explorado distintas fuentes de células madre, como mesenquimales derivadas de médula ósea o tejido adiposo, y han desarrollado protocolos para tratar afecciones en caballos, perros y gatos. Estos avances responden a la necesidad de terapias más efectivas y menos invasivas que las convencionales.

La evidencia proveniente de estudios clínicos controlados respalda los beneficios clínicos en patologías ortopédicas, neuromusculares y dermatológicas, aunque todavía persisten retos en cuanto a estandarización, regulaciones y costos.

Fuentes y tipos de células madre usadas en veterinaria

Las células madre mesenquimales (CMM) adultas son las más empleadas en tratamientos veterinarios. Su origen principal es la médula ósea y el tejido adiposo, ya que permiten una extracción mínimamente invasiva y aportan altas cantidades de células funcionales. También se han utilizado fuentes extraembrionarias como el cordón umbilical y líquido amniótico.

Existen células madre autólogas (del mismo animal tratado) y alogénicas (provenientes de donantes), ambas con aplicaciones clínicas. Las células alogénicas permiten disponer de líneas celulares “listas para usar”, aunque pueden presentarse riesgos inmunológicos. Investigaciones recientes trabajan en bancos celulares estandarizados bajo regulaciones estrictas, por ejemplo con donantes seleccionados y controlados por la FDA.

La elección de la fuente y tipo celular depende de la condición a tratar, los recursos y los objetivos terapéuticos: regeneración tisular, inmunomodulación o ambos.

Mecanismos de acción de las CMM en animales

Las CMM no actúan principalmente diferenciándose en células del tejido lesionado, sino mediante efectos indirectos que promueven regeneración. Las células secretan factores bioactivos que:

  1. Modulan la inflamación, inhibiendo citocinas proinflamatorias y activando macrófagos antiinflamatorios.
  2. Estimulan angiogénesis y evitan apoptosis de células locales, favoreciendo la reparación.
  3. Se comunican vía vesículas extracelulares y transferencia de mitocondrias para mejorar el entorno celular .

Además, el secretoma puede potenciarse in vitro con pre‑condicionamiento inflamatorio o factores de crecimiento, optimizando así su acción terapéutica .

Aplicaciones ortopédicas: tendones, ligamentos y articulaciones

Uno de los ámbitos más desarrollados es el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas. En caballos y perros se aplican inyecciones locales para tendinitis, desmitis o artritis.

Diversos estudios controlados han demostrado beneficios en:

  • Tendinitis equina: mejor alineación fibrilar y fuerza mecánica.
  • Osteoartritis canina: reducción del dolor, mejora de la función articular y rango de movimiento.
  • Lesiones de ligamento cruzado y menisco: resultados positivos que superan la cicatrización fibrótica habitual .

El uso de MSC autólogas o alogénicas intraarticulares o intravenosas ha logrado una mejor calidad del tejido regenerado, menor dolor y menores tasas de recaída.

Otras aplicaciones: neurología, oftalmología y dermatología

Más allá de lo ortopédico, las CMM están siendo exploradas con éxito en:

  • Lesiones medulares y nerviosas: animales tratados con CMM en andamios porosos muestran recuperación neurológica significativa, incluso movilidad parcial.
  • Heridas corneales y cutáneas: se observa mejor cicatrización, reducción de inflamación y mejora visual en queratitis e incluso dermatitis inmunomediadas.
  • Dermatitis atópica en perros y gingivoestomatitis felina: ensayos con células alogénicas han mostrado remisión o mejoría clínica.
  • Cicatrización de heridas crónicas: la combinación MSC más plasma rico en plaquetas potencia la reparación tisular en músculos o piel.

Estos avances abren un amplio espectro terapéutico en medicina veterinaria regenerativa.

Regulación, estandarización y retos actuales

A pesar del progreso, queda camino por recorrer para consolidar estas terapias:

  • Falta de protocolos estandarizados: variedad en dosis, fuentes, preparaciones e intervalos de aplicación dificulta comparación de resultados.
  • Regulación en evolución: entes como la FDA y la Agencia Española de Medicamentos definen requisitos sobre seguridad, eficacia y calidad de ACTPs (productos basados en células y tejidos).
  • Necesidad de estudios robustos: muchos resultados clínicos actuales provienen de estudios pequeños; se requieren ensayos más grandes y doble ciego para validar resultados .
  • Costes elevados: la producción, extracción y procesamiento de células siguen siendo costosos, lo que limita su adopción clínica.

No obstante, la tendencia va hacia protocolos más sistemáticos, establecimiento de bancos celulares y reducción de costo a través de tecnologías optimizadas.

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