Prehistoria: periodos, concepto, etapas, edad de piedad, bronce y hierro
La Prehistoria es una etapa de la historia de la humanidad que se extiende desde los orígenes de la evolución humana hasta la aparición de los primeros testimonios escritos. Esta época abarca un período muy extenso, que se inicia en la aparición de los primeros homínidos y se extiende hasta la aparición de la escritura, momento en el que se produce el inicio de la Historia como tal. El estudio de la Prehistoria se lleva a cabo mediante diversas disciplinas, entre las que destacan la arqueología, la antropología y la paleontología, que nos permiten conocer las formas de vida, costumbres, creencias y evolución de las diferentes culturas que existieron en esta época de la historia de la humanidad.
Cuando los especialistas en biología se refieren a la “evolución”, están haciendo referencia al hecho de que, con el transcurso del tiempo, la variación en la frecuencia de los genes en las comunidades biológicas da lugar a la aparición de nuevas especies a lo largo de varias generaciones. Charles Darwin describió este proceso como “descendencia con modificación”, un fenómeno que se produce gradualmente durante un lapso de cientos, miles e incluso millones de años.
Índice de contenidos
Introducción
En una comunidad que no cuenta con la habilidad de la escritura, es fundamental que se apoyen en la tradición oral para preservar los vestigios de su pasado. Los mitos y relatos de tiempos antiguos se transmiten verbalmente de una generación a otra, lo cual a menudo requiere que algunos miembros de la sociedad posean una memoria excepcional. Esta transmisión oral desaparece cuando la misma comunidad llega a su fin. En consecuencia, la arqueología se convierte en el único medio para recrear la naturaleza y los acontecimientos de la prehistoria, mediante la investigación de los restos materiales dejados por los pueblos sin escritura: sus lugares de residencia, herramientas, grandes monumentos y obras de arte.
Al excavar un sitio arqueológico prehistórico, se pueden obtener pruebas que sugieren, por ejemplo, que una tumba pertenecía a un hombre (mediante el análisis de su esqueleto) y que este individuo podría haber sido una figura importante (gracias a la presencia de un ajuar funerario lujoso). Sin embargo, no se puede determinar su nombre, logros, idioma o palabras dichas en vida. Por esta razón, el estudio de la prehistoria se enfoca en aspectos más generales, como la evolución de las comunidades y sus culturas, el progreso tecnológico y de ideas, basándose en los artefactos que han llegado a nuestras manos.
Durante la primera mitad del siglo XIX, el arqueólogo de Dinamarca, Christian Thomsen, estableció la división clásica de la prehistoria en tres periodos en su obra “Guía de las antigüedades nórdicas” (1836), que todavía se utiliza hoy en día y representa la clasificación más básica de este extenso periodo de la historia humana. Estos periodos son la Edad de Piedra, la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
Protohistoria
La Protohistoria es el período de transición entre la Prehistoria y la Historia, y se caracteriza por la aparición de las primeras sociedades con escritura y por la llegada de las primeras civilizaciones. A diferencia de la Prehistoria, en la Protohistoria ya existen registros escritos, aunque estos suelen ser escasos y fragmentarios.
El término “Protohistoria” se utiliza para referirse a diferentes periodos históricos dependiendo de la región geográfica que se considere. En Europa, por ejemplo, se suele utilizar para describir el período comprendido entre la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, mientras que en América se utiliza para referirse al período anterior a la llegada de los europeos y la conquista española.
En general, la Protohistoria se considera un período de transición en el que las sociedades humanas comenzaron a desarrollarse de manera más compleja y en el que se produjeron importantes avances en la agricultura, la metalurgia, el comercio y la organización política y social.
Edad de piedra
La Edad de Piedra es un periodo prehistórico en el cual los instrumentos utilizados por los seres humanos estaban principalmente hechos de este material, pero también se fabricaban con hueso, astas de ciervo o madera. En 1865, John Lubbock, un naturalista y político británico, acuñó los términos Paleolítico (del griego paleo, “antiguo”, y lithos, “piedra”) y Neolítico (de neo, “nuevo”) para referirse a los periodos sucesivos en los que la actividad tecnológica humana se basó en la talla de piedra y en la pulimentación, respectivamente. El Paleolítico se ha dividido tradicionalmente en tres fases principales: Paleolítico Inferior, Medio y Superior. El Paleolítico Inferior abarca un extenso periodo que comienza con los primeros instrumentos de piedra reconocibles encontrados en yacimientos de Etiopía, fechados hace unos 2,5 millones de años, aunque se cree que los primeros seres humanos debieron haber utilizado instrumentos mucho antes de esa fecha.
El paleolítico medio abarcó un lapso de tiempo que se estima desde hace 180.000 años hasta hace 40.000 años, y en gran parte coincide con la presencia de la especie humana de Neandertal. Por otro lado, el paleolítico superior se relaciona con la presencia del Homo sapiens, la especie humana moderna, y en el hemisferio norte llegó a su fin hace unos 10.500 años, al finalizar el período glaciar.
El mesolítico, también conocido como el período de transición entre la glaciación y el neolítico, se refiere a la época en que la humanidad empezó a hacer la transición de la caza y recolección hacia la agricultura y la domesticación de animales. Aunque la mayoría de los grupos mesolíticos seguían siendo cazadores-recolectores, empezaron a utilizar herramientas líticas más sofisticadas, como los microlitos geométricos, que se caracterizaban por ser pequeñas piezas líticas con formas geométricas específicas y que se usaban para la elaboración de herramientas y armas más complejas.
Aunque se ha relacionado al neolítico con el surgimiento de la agricultura, la vida sedentaria, la cerámica y los utensilios de piedra pulida, actualmente se sabe que algunos de estos aspectos surgieron antes de esta época. El neolítico se suele ubicar en el séptimo milenio a.C en el Oriente Próximo y finalizó en el segundo milenio a.C en Europa del Norte, según las fechas en que se empezó a utilizar el cobre.
Edad de bronce
La Edad del Bronce es un periodo de la prehistoria que se caracteriza por el uso predominante del bronce en la fabricación de herramientas, armas y objetos de arte. Este periodo se sucede al Calcolítico o Edad del Cobre y precede a la Edad del Hierro. La Edad del Bronce se divide en tres etapas: la Edad del Bronce Antiguo, la Edad del Bronce Medio y la Edad del Bronce Tardío. La metalurgia del bronce se desarrolló de forma independiente en diferentes regiones del mundo, como el Cercano Oriente, China, Europa, América y África. Durante la Edad del Bronce, se produjeron importantes avances tecnológicos y culturales, como la aparición de la escritura, la fundición de campanas y el comercio a larga distancia.
Edad de Hierro
La Edad de Hierro es el último período de la Prehistoria y se caracteriza por el uso del hierro como material principal para la fabricación de herramientas y armas. Suele situarse aproximadamente entre el siglo XII a.C. y el siglo I a.C., aunque estas fechas pueden variar dependiendo de la región geográfica que se considere.
Durante la Edad de Hierro, las sociedades humanas experimentaron importantes transformaciones, como la formación de grandes imperios y la consolidación de las ciudades-estado. También se produjeron importantes avances en la agricultura, la metalurgia, la navegación y el comercio, lo que permitió un mayor intercambio cultural entre los pueblos de diferentes regiones del mundo.