Centro Histórico de San Salvador
El Centro Histórico de San Salvador ha pasado por una notable transformación, emergiendo como un dinámico punto de encuentro tanto para turistas locales como extranjeros.
Gracias a diversas renovaciones y mejoras, este icónico lugar ha recobrado vida, combinando la rica herencia histórica y cultural de El Salvador con el ritmo moderno de la vida cotidiana. Sus calles ahora están repletas de atracciones que reflejan la esencia de la ciudad capital.
Las mejoras en el Centro Histórico han sido profundas, involucrando desde la restauración de edificios antiguos hasta la creación de nuevos espacios públicos, convirtiéndolo en un lugar donde la cultura y el día a día se entrelazan en un ambiente vibrante y acogedor.
Un ejemplo claro de esta revitalización es la nueva Biblioteca Nacional de El Salvador, que ofrece un espacio contemporáneo y accesible para el estudio y la lectura. El Jardín Centroamérica, un nuevo espacio verde en pleno corazón de la urbe, brinda a residentes y visitantes un oasis de calma en medio del ajetreo de la ciudad.
Adicionalmente, la zona ha ganado en diversidad con la apertura de nuevos restaurantes y cafeterías, que ofrecen una amplia variedad gastronómica, desde la comida tradicional hasta opciones más sofisticadas. Próximamente, el área revitalizada contará con la apertura de hoteles boutique de empresas locales de renombre, lo que completará la experiencia para quienes visiten este destino.
En este lugar te sorprenderá la grandeza de:
Índice de contenidos
Catedral Metropolitana
Ubicada en el corazón del Centro Histórico, la Catedral Metropolitana de San Salvador es la iglesia principal de la arquidiócesis de la ciudad, con una profunda carga histórica. Dentro de la catedral, puedes visitar la Cripta de San Óscar Arnulfo Romero, un lugar emblemático.
Palacio Nacional
El Palacio Nacional cuenta con 4 salones principales: Rojo, Azul, Rosado y Amarillo, además de sesenta y cuatro salas grandes, cuarenta pequeñas, ocho de servicio y dos amplios sótanos. Los salones Rojo y Azul destacan por su elegancia y esplendor.
El Salón Rojo, considerado el más majestuoso y adornado de la República, se encuentra sobre el vestíbulo principal y la escalinata de honor del Palacio. Su nombre deriva del predominio del color rojo en la decoración, complementado con blanco y dorado. Este salón, con un diseño que mezcla el renacimiento francés con elementos barrocos y clásicos, es una verdadera obra de arte que rivaliza con los salones más lujosos de América y Europa.
El Salón Azul, ubicado en la segunda planta del lado poniente, fue la sede de la Asamblea Legislativa hasta 1974. Los colores azul y blanco, junto con detalles dorados, dominan la decoración, reflejando los colores de la bandera nacional.
El Salón Rosado fue el lugar donde la Corte Suprema de Justicia operó hasta 1974, mientras que el Salón Amarillo servía como despacho presidencial hasta 1930, siendo testigo de importantes reuniones diplomáticas y negociaciones.
Teatro Nacional
Este espacio cultural es uno de los escenarios más importantes del país, diseñado en estilo renacentista y construido bajo el innovador sistema de cemento armado Hennebique. El Teatro Nacional no solo es un patrimonio cultural, sino también un lugar que impulsa las artes escénicas, acogiendo tanto a compañías del Ministerio de Cultura como a grupos independientes, nacionales e internacionales, ofreciendo un servicio de alta calidad al público.
Iglesia El Rosario
Considerada una joya de la arquitectura moderna, esta iglesia destaca por sus impresionantes vitrales. La luz que atraviesa estas coloridas ventanas crea un ambiente único dentro del templo. Además, en su interior se puede contemplar un minimalista vía crucis, forjado en hierro y cemento armado, que asciende en forma de espiral hasta el Cristo resucitado.
A lo largo del recorrido, también podrás disfrutar de un paseo por las emblemáticas plazas Capitán General Gerardo Barrios, Plaza Libertad y Plaza Morazán, así como visitar los museos del Banco Hipotecario y del Banco Central de Reserva.
Además de su valor histórico, el Centro Histórico te ofrece una variada oferta de entretenimiento y gastronomía. Las plazas se llenan de vida con espectáculos y actuaciones de estatuas vivientes, mientras que los restaurantes y cafeterías te permiten disfrutar de una amplia selección de platos tradicionales y gourmet.