Océano Atlántico: limites, historia, islas y descripción

El Mar Atlántico, es el segundo océano más grande del planeta, después del océano Pacífico, y el más activo en términos de navegación. El Atlántico se encuentra dividido por el ecuador en dos secciones que se consideran arbitrarias: el Atlántico septentrional y el Atlántico meridional. Su denominación proviene de Atlas (mar más allá de las montañas Atlas), uno de los titanes de la antigua mitología griega.

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El océano Atlántico se puede describir como una enorme cuenca o depósito que se extiende desde el océano Glacial Ártico en el norte hasta la Antártida en el sur, abarcando el espacio entre las costas orientales de América del Norte y América del Sur, así como las costas occidentales de Europa y África. Con más de 106 millones de kilómetros cuadrados de superficie total, el Atlántico es una vasta extensión de agua.

Introducción

El límite entre el Atlántico norte y el océano Glacial Ártico ha sido establecido de manera arbitraria, mediante cordilleras submarinas que se extienden desde la isla de Baffin en Canadá, pasando por Groenlandia hasta llegar a Escocia. Sin embargo, una delimitación más clara se encuentra en el estrecho de Gibraltar, que marca la separación con el mar Mediterráneo, y en el arco formado por las islas del Caribe, que marca el límite con el mar Caribe. Por otro lado, el Atlántico sur se considera separado del océano Índico por el meridiano de 20° longitud este, y del océano Pacífico por la línea de mayor profundidad que se extiende desde el cabo de Hornos hasta la península Antártica en el oeste.

El océano Atlántico es el segundo océano más grande del mundo, después del océano Pacífico. Se extiende entre América al oeste y Europa y África al este, conectando el Ártico al norte y el Antártico al sur. Aquí hay algunos datos e información relevante sobre el océano Atlántico:

  1. Tamaño y Extensión:
    • Es aproximadamente un 20% más pequeño que el océano Pacífico, pero aun así es bastante extenso. Cubre alrededor de 106.4 millones de kilómetros cuadrados.
    • Se extiende desde el Ártico en el norte hasta el Antártico en el sur.
  2. División:
    • Se divide en dos partes principales: el Atlántico Norte y el Atlántico Sur. El límite entre ellos es generalmente considerado como el ecuador.
  3. Fondo Oceánico:
    • El perfil del fondo oceánico del Atlántico es conocido por su cordillera submarina llamada la Dorsal Mesoatlántica. Es una cadena montañosa submarina que se extiende por el centro del Atlántico, y es un sitio donde las placas tectónicas se separan.
  4. Corrientes Oceánicas:
    • El océano Atlántico es conocido por sus corrientes oceánicas significativas. Algunas de las corrientes más destacadas son la Corriente del Golfo, que transporta aguas cálidas desde el Golfo de México hacia el norte, y la Corriente del Atlántico Sur, que fluye desde el sur hacia el norte.
  5. Islas Importantes:
    • Numerosas islas se encuentran en el Atlántico, incluyendo las Islas del Caribe, las Azores, Madeira, las Islas Canarias, las Malvinas, y muchas más.
  6. Importancia Económica:
    • El océano Atlántico ha sido históricamente crucial para el comercio y la navegación. Durante siglos, las rutas marítimas atlánticas han sido vitales para el intercambio cultural y comercial entre Europa, América y África.
  7. Actividad Humana:
    • Ciudades importantes y puertos se encuentran a lo largo de las costas del Atlántico, como Nueva York, Río de Janeiro, Lisboa, Ciudad del Cabo y Londres.
  8. Biodiversidad Marina:
    • El Atlántico alberga una rica diversidad de vida marina, incluyendo diversas especies de peces, mamíferos marinos, aves marinas y otros organismos.

El océano Atlántico desempeña un papel crucial en la regulación del clima global y es esencial para la vida marina y las actividades humanas en las regiones circundantes.

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Formación Geológica y rasgos estructurales

La formación del océano Atlántico se remonta al período Jurásico, hace alrededor de 150 millones de años, cuando el antiguo supercontinente de Gondwana comenzó a separarse, resultando en la separación de América del Sur y África. Este proceso de separación continúa hasta el día de hoy, con una progresión de varios centímetros al año a lo largo de la dorsal submarina centroatlántica, una cadena montañosa que se extiende sinuosamente de norte a sur, a medio camino entre los dos continentes.

Con una anchura de aproximadamente 1.500 km, esta cadena montañosa submarina presenta una topografía más abrupta que cualquier otra cordillera en la superficie terrestre, y es escenario frecuente de erupciones volcánicas y terremotos. Sus elevaciones varían entre 1.000 y 3.000 metros sobre el lecho oceánico.

A lo largo de las costas de América, la Antártida, África y Europa, se acumulan sedimentos de rocas erosionadas de los continentes, formando lo que se conoce como la plataforma continental. Entre las plataformas continentales y la cordillera del Atlántico medio (conocida como dorsal Media del Atlántico), se encuentran cadenas y elevaciones submarinas que se extienden de manera desigual de este a oeste, dividiendo los fondos oceánicos en una serie de cuencas conocidas como llanuras abisales.

En el lado americano de la dorsal Media del Atlántico, se encuentran cuencas como la cuenca Norteamericana, la cuenca de las Guayanas, la cuenca de Brasil y la cuenca de Argentina, todas con profundidades superiores a los 5.000 metros. Por otro lado, el perfil euroafricano está marcado por varias cuencas de menor profundidad, como la cuenca de Europa Occidental, la cuenca de las Canarias, la terraza de Cabo Verde, la cuenca de Sierra Leona, la cuenca de Guinea, la cuenca de Angola, la cuenca de El Cabo y la cuenca del Cabo Agujas. Finalmente, la gran cuenca occidental del Atlántico-Índico se extiende a lo largo del área más meridional de la cordillera centroatlántica.

La profundidad promedio del océano Atlántico es de 3.926 metros. Sin embargo, en su punto más hondo, conocido como la fosa de Puerto Rico, el fondo marino alcanza una profundidad de 8.742 metros.

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Islas en el océano atlántico

Las islas de mayor tamaño en el océano Atlántico son extensiones de las plataformas continentales. Por ejemplo, la isla de Terranova es la más grande de la plataforma de América del Norte, mientras que las islas Británicas conforman el mayor archipiélago de la plataforma euroafricana. Entre las islas que se encuentran cerca de los continentes, destacan el archipiélago de las Malvinas, que es el grupo de islas más importante en la plataforma de América del Sur, y las islas Sandwich del Sur en la plataforma de la Antártida.

Por lo general, las islas de origen volcánico en el océano Atlántico son menos comunes que en el Pacífico. Algunos ejemplos de estas islas en el arco insular del Caribe incluyen Puerto Rico, La Española (que incluye a República Dominicana y Haití), Jamaica y Cuba. En el Atlántico oriental, las islas de Madeira, Canarias, Cabo Verde y el grupo de Santo Tomé y Príncipe son elevaciones de la cordillera submarina. Por otro lado, las Azores, Saint Paul’s Rocks, Ascensión y el grupo de Tristán da Cunha son elevaciones aisladas de la cordillera centroatlántica, siendo Islandia la isla más grande, que también se formó debido a la actividad volcánica en esta cordillera. Las Bermudas se encuentran sobre el fondo de la cuenca Norteamericana, mientras que Santa Elena se ubica sobre la cuenca de Angola.

Corrientes Marinas

El sistema de circulación superficial de las aguas en el océano Atlántico puede describirse como dos grandes vórtices o sistemas de corrientes circulares: uno en el norte del Atlántico y otro en el sur del Atlántico. Estas corrientes son generadas por la acción de los vientos alisios y la rotación de la Tierra. En el Atlántico norte, incluyendo la corriente norecuatorial, la corriente de las Canarias y la corriente del Golfo, se mueven en sentido horario, o sea, en el sentido de las agujas del reloj.

En cambio, en el Atlántico sur, incluyendo la corriente de Brasil, la corriente de Benguela y la corriente surecuatorial, se mueven en sentido antihorario, o sea, en dirección opuesta a las agujas del reloj. Cada vórtice se extiende desde aproximadamente 45° de latitud hasta el ecuador. A medida que nos acercamos a los polos, los vórtices de rotación contraria son menos definidos, es decir, en las regiones árticas del Atlántico norte circularán en sentido antihorario, mientras que cerca de la Antártida en el Atlántico sur circularán en sentido horario.

El océano Atlántico recibe flujos de agua provenientes de la mayoría de los ríos más importantes del mundo, como el San Lorenzo, el Mississippi, el Orinoco, el Amazonas, el Paraná, el Congo, el Níger y el Loira, además de los ríos que desembocan en el mar del Norte, el Báltico y el Mediterráneo. Sin embargo, el Atlántico presenta una salinidad ligeramente mayor en comparación con los océanos Pacífico e Índico, debido a la alta concentración de sales aportadas por las aguas del Mediterráneo.

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Temperaturas

El océano Atlántico muestra una característica estructura con una capa de agua fría con temperaturas por debajo de los 9 °C, que sostiene una capa de agua cálida con temperaturas superiores a los 9 °C. Esta capa de agua cálida se extiende desde los 50° de latitud norte hasta los 50° de latitud sur, y tiene un promedio de profundidad de aproximadamente 600 m. La circulación oceánica más intensa se encuentra en la capa superficial de agua cálida, mientras que a medida que se desciende en profundidad, la circulación se vuelve más lenta debido al descenso de la temperatura.

En la superficie del océano Atlántico, las temperaturas varían desde los 0 °C en las zonas cercanas a los polos árticos y antárticos, hasta los 27 °C a lo largo del ecuador. A profundidades inferiores a los 2.000 m, las temperaturas se mantienen constantes alrededor de los 2 °C, mientras que en las aguas del lecho marino, a más de 4.000 m, es común encontrar temperaturas de -1 °C.

Recursos marinos

El océano Atlántico alberga algunos de los bancos pesqueros más prolíficos del mundo, ubicados en las plataformas continentales y las cordilleras marinas cerca de las islas Británicas, Islandia, Canadá (especialmente en los caladeros de Terranova) y el noreste de Estados Unidos. Las áreas con afloramiento, donde las aguas profundas y ricas en nutrientes emergen a la superficie, son hogar de una abundante vida marina, como la bahía de Walvis en el sureste de África. Especies comerciales como el arenque, la anchoa, la sardina, el bacalao, la platija y la perca son de gran importancia en estas áreas; además, la pesca del atún es abundante en el noroeste de África y el noreste de América del Sur. La productividad pesquera por unidad de superficie es notablemente alta en el Atlántico en comparación con otros océanos.

El mar de los Sargazos es un destacado ejemplo de flora marina, situado en una sección ovalada del Atlántico norte que se extiende desde las Antillas hasta las Azores en el sur, y está limitado por la corriente del Golfo en el oeste y norte (hasta aproximadamente las costas de Terranova en el norte). En su superficie, es común encontrar densas masas de algas pardas conocidas como sargazos.

El océano Atlántico también es abundante en recursos minerales. En la zona costera oriental de Florida, se explotan minas de titanio, circón y monacita (fosfatos derivados de metales de cerio), mientras que en la costa ecuatorial de África se encuentra titanio y mineral de hierro en abundancia. Las plataformas y taludes continentales del Atlántico tienen un potencial significativo de combustibles fósiles. En la región del mar del Norte y el golfo de México, se ha extraído una gran cantidad de petróleo; sin embargo, en las costas africanas y en el golfo de Guinea, estas extracciones son menos frecuentes.

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