Probióticos en nutrición veterinaria

Los probióticos, definidos como microorganismos vivos que al ser administrados en cantidades adecuadas brindan beneficios a la salud del hospedero, han ganado relevancia no solo en la nutrición humana sino también en la veterinaria. En los últimos años, su uso se ha extendido en animales de compañía y en producción agropecuaria gracias al impulso de la ciencia que respalda su eficacia. A nivel general, los probióticos actúan modulando la microbiota intestinal, reforzando la barrera epitelial y regulando respuestas inmunitarias, lo cual ha demostrado ser una alternativa prometedora frente a los antibióticos promotores de crecimiento .

En la nutrición veterinaria, los probióticos han sido incorporados en piensos, suplementos y fórmulas específicas para gatos, perros, aves, bovinos y otros animales. Su aplicación busca mejorar la digestión, prevenir enfermedades gastrointestinales, aumentar la eficiencia alimenticia y reducir la incidencia de patógenos zoonóticos. Además, algunos estudios recientes han explorado su impacto en la conducta, el bienestar emocional y la producción láctea o cárnica.

A pesar del crecimiento de su uso, la eficacia de los probióticos depende de múltiples variables: cepas empleadas, dosis, forma de administración, especie animal, etapa de vida, estado de salud y condiciones ambientales. La investigación continúa avanzando para consolidar protocolos efectivos y seguros, así como para entender mejor sus mecanismos de acción en diferentes especies animales.

Beneficios de los probióticos en animales de compañía (perros y gatos)

Los probióticos han sido ampliamente investigados en perros y gatos domésticos, enfocándose principalmente en su capacidad para mejorar la salud digestiva y fortalecer el sistema inmune:

  1. Salud intestinal y diarreas
    • En perros con infecciones como parvovirus o diarreas idiopáticas/agudas, cepas como Saccharomyces boulardii y formulaciones especializadas han demostrado reducir la severidad de los síntomas, acortar la duración de la enfermedad e incluso generar un ambiente más tolerogénico en la mucosa intestinal.
    • En gatos, los probióticos ayudan a regular el tránsito intestinal, mejorar la consistencia de las heces y prevenir episodios de diarrea y estreñimiento crónico .
  2. Refuerzo del sistema inmune
    • El uso de probióticos durante o después de tratamientos antibióticos es común, ya que contrarrestan la disbiosis inducida y disminuyen la incidencia de diarreas asociadas .
    • En animales sanos, algunos estudios indican una posible leve estimulación inmunitaria, aunque queda pendiente evaluar su impacto real en enfermedades infecciosas.
  3. Bienestar emocional y comportamiento
    • Se ha observado una conexión entre la microbiota y el comportamiento: en perros, la cepa Bifidobacterium longum BL999 se asocia con menor ansiedad, menor reactividad ante estímulos (menor tendencia a ladrar o vigilar) y aumento de exploración en situaciones nuevas.
  4. Precauciones y limitaciones
    • Los resultados varían entre estudios: algunos no encuentran diferencias significativas respecto a placebo .
    • Es vital seleccionar productos formulados específicamente para cada especie, con respaldo científico y buena calidad de producción (sellos como NASC, CFU garantizadas, estudios externos).

Aplicaciones en animales de producción: aves, bovinos y más

En el contexto agropecuario, los probióticos se han convertido en una herramienta clave para mejorar la eficiencia productiva, reducir el uso de antibióticos y promover la sostenibilidad:

  1. Crecimiento y conversión alimenticia
    • En terneros y bovinos lecheros, cepas como Saccharomyces cerevisiae, Lactobacillus acidophilus y Enterococcus faecium se han relacionado con aumentos en ganancia de peso promedio diario, eficiencia alimenticia y digestibilidad.
    • En aves de corral, el uso de L. reuteri específico de huésped mejora la ganancia de peso y resistencia ante patógenos como Salmonella y E. coli, incluso equiparable a antibióticos tradicionales.
  2. Producción lechera y salud ruminal
    • En vacas, L. casei y L. plantarum han incrementado el rendimiento de leche (2–7 % más aproximadamente) y reducido el recuento de células somáticas.
    • Cepas de levadura han optimizado la fermentación ruminal, mejorando la composición de la microflora, prevención de acidosis y eficiencia en la producción de materia seca .
  3. Reducción de patógenos y resistencia antimicrobiana
    • El uso de probióticos disminuye la eliminación fecal de patógenos, reduciendo riesgos sanitarios y la necesidad de antibióticos .
    • Apoya los objetivos de programas “One Health” en la mitigación de resistencia antimicrobiana y mejora de seguridad alimentaria .
  4. Bienestar animal y sostenibilidad
    • Al mejorar la salud general de los animales, los probióticos reducen mortalidad y enfermedades inflamatorias crónicas, favoreciendo un entorno productivo más sostenible .
    • Se estimula la madurez del sistema inmune desde edades tempranas, lo que reduce la vulnerabilidad frente a infecciones .

Cepas comunes y su mecanismo de acción

Las cepas probióticas utilizadas varían según su origen, resistencia y efecto deseado. A continuación, algunas de las más relevantes:

  1. Bacillus coagulans (Heyndrickxia coagulans)
    • Aprobada para uso veterinario (pig, cattle, poultry, shrimp), figura como GRAS por la FDA y EFSA.
    • Produce ácido láctico, bacteriocinas, mejora la digestión y previene diarreas por Clostridioides difficile, modulando el sistema inmune.
  2. Limosilactobacillus reuteri
    • Específica por huésped, eficaz contra Salmonella, E. coli, Cryptosporidium; mejora el crecimiento en aves y cerdos .
    • Favorece absorción de nutrientes y fortalece barrera intestinal.
  3. Pediococcus acidilactici
    • Resistente al pH bajo, produce pediocinas; eficaz para tratar diarreas por parvovirus y disbiosis pos‑antibióticos.
    • Estimula respuestas inmunes, previene colonización patógena como Salmonella o C. difficile .
  4. Lactobacillus y Bifidobacterium
    • Cepas como B. adolescentis pueden generar ácidos grasos de cadena corta, reforzar barrera intestinal, modular neurotransmisores y reducir inflamación.
    • Su uso es frecuente, aunque su conservación y eficiencia dependen de condiciones de almacenamiento.
  5. Sinergias: sinbióticos
    • Combina probióticos y prebióticos (como MOS, FOS) para optimizar colonización y efectos metabólicos .
    • Estudios preliminares muestran mejoría en fermentación, ganancia de peso y salud digestiva.

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