Jardinería: concepto, historia y origen

La Jardinería es una disciplina que involucra la habilidad y creatividad de diseñar y mantener espacios verdes con el propósito de embellecer y ornamentar el ambiente. En este arte se utiliza una amplia variedad de plantas, las cuales se clasifican según su función o la ubicación que ocuparán. Por ejemplo, las plantas de parterre, que incluyen aquellas que forman el césped, los bordes y las que se cultivan por su belleza floral, son esenciales en la creación de jardines vistosos y atractivos.

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Además, existen plantas especialmente destinadas a cubrir el suelo, que pueden ser rastreras, con un crecimiento horizontal y enraizamiento progresivo, o ciertas especies leñosas que cumplen esta misma función. En definitiva, la jardinería es un arte que se basa en el conocimiento de la naturaleza y en la creatividad humana para transformar el paisaje y crear espacios armoniosos y acogedores.

Introducción

Las plantas trepadoras son aquellas que se utilizan para cubrir y decorar vallas y paredes, mientras que para formar setos se emplean las plantas leñosas, capaces de soportar la poda y con abundante follaje. Las plantas solitarias pueden ser árboles, arbustos, así como plantas anuales o bienales, y las plantas utilizadas para bordes son aquellas que se adaptan para la formación de setos o que son anuales. Por su parte, las plantas con flor suelen ser anuales y se emplean para formar macizos, jardineras y adornar los cuarteles. Las plantas acuáticas se cultivan en fuentes y estanques, mientras que las plantas para rocalla suelen ser vivaces y en muchas ocasiones, crasas, sin llegar a tener un tamaño grande. Finalmente, los céspedes se componen principalmente de gramíneas y leguminosas.

Debido a la limitación de espacio y la pasión por las plantas, han surgido los llamados jardines de patios y terrazas, los cuales se construyen en edificaciones que disponen de estos elementos. Actualmente, los jardines en azoteas se han popularizado en las ciudades. Lo que comparten en común todos estos tipos de jardines es que utilizan recipientes para cultivar las plantas. Cuando estos recipientes son individuales o solo se utilizan para algunas plantas, como las macetas, se consideran jardines móviles, ya que se pueden cambiar de lugar según las preferencias, o incluso colgar de las paredes.

Cuando se cultiva en áreas específicamente construidas para este fin, se les llama jardineras y no son móviles como los recipientes individuales. En patios, terrazas y azoteas, se suelen cultivar plantas de tamaño reducido, arbustos o árboles que no alcanzan una gran altura debido a que las jardineras y macetas no suelen superar una profundidad de 40 a 50 centímetros, lo que limita el desarrollo de las raíces. Debido a la capa de sustrato relativamente delgada, la acumulación de nutrientes y humedad se ve limitada, por lo que los aspectos más importantes en este tipo de cultivos son el riego y la fertilización adecuados.

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Origen e historia de la jardinería

La jardinería se remonta a unos 7.000 años atrás, y los restos más antiguos se han encontrado en Mesopotamia. Esta práctica parece estar relacionada con la invención del riego artificial, que permitió la plantación de bosques sagrados en montículos. Una cultura que practicaba esto eran los babilonios, quienes construyeron los jardines colgantes de Babilonia alrededor del 600 a.C. Estos jardines estaban formados por una serie de terrazas. Por otro lado, se sabe más acerca de los jardines egipcios. Los primeros fueron construidos entre el 1504 y 1483 a.C., normalmente de forma rectangular y atravesados por un pequeño canal, y a veces tenían un estanque. En estos jardines se cultivaban muchas plantas medicinales y ornamentales, y era muy común el cultivo en recipientes como grandes vasijas de arcilla.

Los jardines chinos podrían haber sido aún más antiguos que los mencionados previamente, siendo registrados por primera vez alrededor del año 200 a.C., aunque se creía que la práctica era mucho más antigua. Estos jardines tenían una estructura menos definida que los jardines egipcios y buscaban imitar la naturaleza. Las características más distintivas eran el agua y las rocas, y las plantas se seleccionaban por su forma y aroma, no por su color. Nunca sembraban césped, pero el color verde estaba presente en todos los jardines. Los jardines japoneses, por otro lado, se consideraban lugares de meditación llenos de simbolismo religioso taoísta y budista, y desapareció la costumbre de incluir el color verde.

En la antigua Grecia, se inició la jardinería con la plantación de árboles en las calles, especialmente los árboles del pueblo del género Populus (conocidos como Álamos). Sin embargo, la jardinería como tal no se desarrolló hasta que Alejandro Magno tuvo contacto con Egipto. Fue entonces cuando comenzaron a construirse jardines con plantas exóticas procedentes de otros países. Los romanos, con su organización social y las villas rústicas dedicadas al cultivo de hortalizas como modelo, crearon villas urbanas con jardines. La casa se ubicaba en el punto más alto y en sus alrededores se extendían las terrazas con sus plantas y diversas edificaciones, todo ello manteniendo una geometría muy marcada.

Los árabes iniciaron su tradición de jardinería siguiendo el estilo geométrico de los jardines egipcios y romanos, pero con el tiempo añadieron nuevos elementos. Estos jardines se caracterizaban por su abundante uso del agua y su entorno rodeado de altas paredes, con setos podados que los dividían en diferentes áreas.

En la Edad Media, los jardines más representativos fueron los de los monasterios, que estaban inspirados en los jardines romanos y se dedicaban al cultivo de árboles frutales, hortalizas y plantas medicinales. En este periodo surgieron los laberintos, compuestos por un entramado de setos, y se publicaron los primeros libros de jardinería, los cuales fueron de gran ayuda para la planificación y diseño de jardines.

En el Renacimiento, con el auge del estudio botánico, se crearon jardines botánicos destinados a la investigación de las plantas. Tenían una estructura muy regular y añadían escaleras, esculturas y fuentes. Se encontraban completamente aislados del entorno natural circundante. Las flores se utilizaban en menor medida.

En la época barroca, el jardín se fusionó con el paisaje circundante, aunque mantuvo su diseño geométrico y enfatizó la arquitectura. Hubo una mayor utilización de flores en comparación con el Renacimiento. En el romanticismo, hubo un cambio de enfoque hacia la naturaleza y se apreció a las plantas por su singularidad, por lo que se abandonó la simetría. En Inglaterra, esta tendencia tuvo una gran influencia y se caracterizó por senderos curvos y un menor uso de la poda de plantas.

En la época contemporánea, debido al crecimiento de la clase media, la expansión de las ciudades y la necesidad de áreas verdes, surgieron los parques públicos gestionados por los ayuntamientos y se abrieron al público jardines privados. En la actualidad, con el aumento del número de viviendas unifamiliares permanentes o de fin de semana, se cuenta con espacios ajardinados. La jardinería también está estrechamente relacionada con la arquitectura, y se aplica en el diseño de comunidades de vecinos, urbanizaciones y grandes centros comerciales. Este tipo de jardinería es difícil de clasificar en algún estilo específico.

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Etapas de un jardín

Construcción: El proceso de construcción de un jardín nuevo involucra una serie de tareas diferentes de las que se realizan para su mantenimiento. El primer paso es la elaboración de un plan que considere el tipo de jardín a construir, la disponibilidad de agua, el clima, el tipo de suelo, la disposición de espacios y los tipos de plantas a utilizar. En la selección de plantas es importante considerar las plantas perennes, especialmente árboles y arbustos, ya que permanecerán en el jardín por muchos años.

Luego se llevan a cabo las labores de infraestructura, incluyendo el movimiento de tierras, la ubicación de elementos como fuentes, jardineras, caminos de piedra y sistemas de riego. También se realiza la limpieza del terreno eliminando escombros y plantas no deseadas. Finalmente, se procede a la plantación y siembra programada. Los viveros son lugares donde se obtienen las plantas y los materiales decorativos necesarios para el jardín y que luego son vendidos al público.

Mantenimiento: El cuidado de un jardín implica una serie de labores esenciales para mantenerlo en buenas condiciones, y estas incluyen la renovación de plantas que duran un año o dos, el riego, la poda, el abono, la eliminación de malezas, el control de plagas y la limpieza. Se pueden utilizar herramientas manuales para estas labores, como mangueras, podadoras, azadas, palas, rastrillos y carretillas.

En áreas grandes o para tareas más grandes, se pueden emplear máquinas como motocultores, tractores, remolques y motosierras. Además, se necesitan herramientas específicas para diferentes partes del jardín, como el césped, los setos, las jardineras y las plantas trepadoras. Algunas de estas herramientas incluyen segadoras, rastrillos de airear el césped, tijeras de dos manos, perfiladoras mecánicas, paletines, plantadores y escaleras. El control de plagas y enfermedades también requiere herramientas adecuadas, como mochilas de fumigación.

Estructura: En la disposición de los jardines se pueden hallar diversas características. Los más usuales suelen ser los senderos o recorridos que forman enlaces en sus cruces y donde generalmente se ubican los asientos. El término parterre se emplea para referirse a todo el jardín o a una sección amplia de este que generalmente incluye césped, plantas con flores y caminos. Los canteros son franjas estrechas en las que se cultivan plantas. Las áreas son secciones del jardín bien definidas que incluyen plantas con flores o césped y que en muchas ocasiones están limitadas por setos o flores. Los maceteros son conjuntos homogéneos de plantas.

El bosquecillo es una plantación de árboles que se encuentra en ciertos jardines, y es una aportación característica de la jardinería española. Los jardines de interior son muebles o estructuras fijas en las que se colocan plantas. Las rocallas están compuestas por una serie de rocas y plantas. La combinación de unos elementos u otros da lugar a los distintos tipos de jardines. Su selección depende de factores como el clima, la capacidad de cuidado, los estilos y el uso previsto.

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