Guía para el avistamiento de tortugas marinas en las playas salvadoreñas
Las playas del Pacífico salvadoreño son un refugio vital para varias especies de tortugas marinas que recorren miles de kilómetros hasta llegar, cada año, a anidar en sus arenas calientes. Este fenómeno natural, que ocurre entre julio y diciembre, se convierte en una experiencia inolvidable para quienes buscan conectar con la naturaleza y participar en su conservación.
A lo largo de la costa salvadoreña —desde La Libertad hasta Bahía de Jiquilisco y Montecristo—, se han establecido recorridos, viveros y campañas comunitarias que permiten a visitantes y lugareños observar con respeto este proceso vital. Además, estas iniciativas están respaldadas por organizaciones nacionales y extranjeras comprometidas con la protección de tortugas como laúd, golfina, carey y boba.
Este artículo te ofrece una guía detallada para disfrutar del avistamiento responsable de tortugas marinas en El Salvador, resaltando los mejores destinos, épocas para observarlas, actividades recomendadas y buenas prácticas para respetar su hábitat.
Índice de contenidos
Época ideal y localización de los avistamientos
El primer factor clave es conocer las épocas en que las tortugas visitan las playas salvadoreñas. Desde julio y hasta diciembre, las hembras adultas emergen de noche a desovar, mientras que los neonatos comienzan a nacer alrededor de 45 a 60 días después, dependiendo de la temperatura de incubación.
La temporada alta de arribadas y anidación se concentra entre agosto y octubre, siendo los periodos más intensos en playas como El Zonte, San Diego (La Libertad), La Virgen y las cercanías de Jiquilisco.
Bahía de Jiquilisco, declarada sitio Ramsar y Reserva de Biósfera, es uno de los epicentros: aquí anidan y habitan durante todo el año tortugas laúd, carey, golfina y prieta, con una alta concentración de careys.
Otros puntos importantes incluyen Montecristo Island, con migraciones de laúd, carey, golfina y prieta, y áreas como Punta Amapala y Los Cóbanos, donde se ha documentado una protección comunitaria de nidos de tortuga carey, con porcentajes de éxito en anidación superiores al 99% en temporadas recientes.
Centros de conservación y viveros
En muchas playas, los huevos de tortuga son trasladados a viveros protegidos para asegurar su incubación libre de depredadores y amenazas humanas.
Por ejemplo, en El Zonte y San Diego operan proyectos como “Misión Turtle El Zonte”, que recolecta huevos en la costa y los incuba en cajas especiales hasta que los neonatos puedan ser liberados de forma segura.
En Ahuachapán y Garita Palmera, iniciativas lideradas por organizaciones locales —como QUELONIA y AMBAS— lograron recolectar y liberar más de 100,000 neonatos en una temporada, con tasas de eclosión cercanas al 90%.
El Ministerio de Medio Ambiente regula oficialmente estos centros, con permisos para recolección e incubación, y cuenta con la red de 25 viveros distribuidos a lo largo de la costa pacífica, coordinados a través de la “Ruta de la Tortuga Marina”.
Especies presentes y características de anidación
En El Salvador se observan al menos cuatro especies de tortugas marinas:
- Tortuga golfina (Lepidochelys olivacea): la más pequeña, mide hasta 70 cm y pesa alrededor de 40 kg. Las hembras pueden depositar entre 80 y 150 huevos, con tiempos de incubación de 45 a 60 días según la temperatura.
- Tortuga carey (Eretmochelys imbricata): en peligro crítico, representa cerca del 40 % de la anidación de esta especie en el Pacífico oriental, con presencia permanente en Bahía de Jiquilisco.
- Tortuga laúd (Dermochelys coriacea): la más grande, capaz de poner hasta 100 huevos por puesta; su reproducción es especialmente sensible a la temperatura y condiciones de la playa.
- Tortuga boba (Caretta caretta): migratoria y de gran longevidad, también está presente en menor número a lo largo de la costa pacífica salvadoreña.
Cada especie tiene sus características de anidación: las golfinas llegan en arribadas multitudinarias, laúd y carey confían en playas arenosas sin perturbaciones, mientras que la boba anida con menos frecuencia. Las temperaturas de incubación (26 °C para machos, 32 °C para hembras) influyen fuertemente en el sexo de las crías .
Cómo participar en avistamientos responsables
Para un avistamiento respetuoso y seguro, sigue estas pautas:
- Asóciate a tours o caminatas nocturnas guiadas por organizaciones certificadas, que respetan horarios, distancias mínimas y uso discreto de luz.
- Apoya la compra de huevos recolectados por agentes autorizados —una medida para evitar la explotación ilegítima—, incentivando su incubación y restitución al mar .
- No obstaculices el trayecto de las tortugas; nunca uses luces intensas, fogatas, ni conduzcas en la playa; evita llevar mascotas.
- Si participas en liberaciones de neonatos, déjalos completar su recorrido por la arena hasta alcanzar el agua, sin tocar su carapacho una vez en acción; las guías capacitan a los visitantes para hacerlo correctamente .
Impacto comunitario y conservación a largo plazo
El papel de las comunidades costeras es decisivo: brigadas de vigilancia nocturna, guarderías locales y campañas educativas han transformado prácticas como la venta ilegal de huevos en alternativas sustentables .
Organizaciones como ProCosta, Paso Pacífico, FUNZEL y la Iniciativa Carey del Pacífico trabajan de la mano con pescadores y pobladores para proteger nidos, monitorear tortugas y generar economías vinculadas al turismo ecológico.
Gracias a estas acciones, se han liberado más de 11 millones de neonatos y la protección de nidos supera el 99 % en zonas como Punta Amapala, Jiquilisco y Los Cóbanos.
Además, proyectos innovadores como los “InvestEGGator” (huevos falsos con GPS) disuaden el tráfico y permiten un control real del movimiento de lotes de huevos, fortaleciendo la protección.