Fitness, concepto y beneficios

La condición física, también conocida como forma física o buen estado físico en español, es un estado global de bienestar y resistencia corporal. Por lo general, se alcanza una buena forma física mediante una alimentación apropiada, la práctica regular de ejercicio físico moderadamente intenso y el descanso adecuado para la recuperación del cuerpo.

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La práctica deportiva dedicada a realizar ejercicio con el objetivo de mejorar o mantener una buena forma física también se conoce como fitness en español. En este contexto, su significado es bastante similar al de la gimnasia.

Introducción

Antes de la revolución industrial, el término “forma física” se definía como la capacidad de llevar a cabo las actividades diarias sin experimentar fatiga. No obstante, con la automatización y los cambios en el estilo de vida contemporáneo, la forma física se considera en la actualidad como una medida de la capacidad del cuerpo para funcionar de manera eficiente y efectiva durante el trabajo y las actividades de ocio, mantenerse en un estado saludable, resistir enfermedades hipocinéticas y enfrentar situaciones de emergencia.

Aunque hay diversas clasificaciones propuestas por distintos autores, la forma física se puede desglosar en diferentes componentes, también conocidos como capacidades físicas y cualidades motrices. Estos términos, aunque aluden a elementos diferentes, incluyen aspectos como la flexibilidad, movilidad articular, resistencia cardiovascular, fuerza muscular, resistencia muscular, composición corporal, agilidad, equilibrio, coordinación muscular y velocidad.

La palabra “fitness” tiene su origen en el inglés y significa estar apropiado, apto o listo para algo.

El término “fitness” abarca dos acepciones distintas pero interrelacionadas. En primer lugar, se refiere al estado general de bienestar y salud física, logrado no solo mediante un estilo de vida saludable, sino principalmente a través de la práctica continua y sostenida de ejercicio a lo largo del tiempo. La segunda acepción de la palabra hace referencia a las actividades físicas comúnmente asociadas al “fitness”, las cuales se realizan generalmente en instalaciones deportivas específicas.

En los últimos años, los programas de entrenamiento de estilo militar han ganado popularidad entre la población civil. Estos cursos se ofrecen ampliamente en Estados Unidos, Europa y han experimentado un aumento significativo en países de América del Sur como Colombia. Por lo general, son impartidos por personal exmilitar, a menudo con roles destacados dentro de diversas organizaciones militares, como reclutadores, miembros de Fuerzas Especiales u ocupantes de otras posiciones destacadas.

Estos cursos comparten elementos comunes, enfocándose típicamente en ejercicios de calistenia de estilo militar y carreras en grupo. Las sesiones suelen llevarse a cabo temprano por la mañana durante todo el año e incluyen ejercicios como tracciones, sentadillas, flexiones, saltos y movimientos más desafiantes como patadas de ondulación y flares al estilo del breakdance. Por lo general, incorporan carreras cortas y, ocasionalmente, carreras más extensas. Las fuerzas especiales son conocidas por su nivel de salud y la intensidad de sus entrenamientos.

La actividad física desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la salud. Correr, caminar o practicar deportes durante al menos 30 minutos al día puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. La actividad física regular conlleva numerosos beneficios, como la prevención de enfermedades como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, entre otras. Aquellas personas que se ejercitan con regularidad, al menos 3-4 veces por semana, tienden a padecer menos enfermedades y a vivir más tiempo.

En relación con los objetivos del “fitness” mencionados anteriormente, estos incluyen mejorar la resistencia aeróbica, aumentar la flexibilidad y lograr una tonificación muscular adecuada para alcanzar un equilibrio corporal. Estos objetivos no solo mejoran la rutina de ejercicio, sino que también ayudan a prevenir posibles lesiones derivadas de ciertas actividades.

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Beneficios para la salud

La práctica regular y moderada de actividad física conlleva diversos beneficios para la salud, contribuyendo a mejorar y desarrollar capacidades que puedan estar ausentes, como la flexibilidad, resistencia, coordinación y fuerza.

  1. Mejora de la presión arterial y del corazón: La actividad física regular puede prevenir enfermedades como la diabetes, la hipertensión y otras relacionadas con problemas cardiovasculares.
  2. Reducción del riesgo de osteoporosis: La estimulación de las células óseas fortalece la estructura ósea, disminuyendo las posibilidades de desarrollar osteoporosis.
  3. Control del peso: La práctica de fitness contribuye a reducir el sobrepeso, ayudando a combatir la vida sedentaria y promoviendo un estilo de vida saludable. Esto se traduce en una mejora de la calidad de vida, especialmente cuando se combina con una dieta equilibrada.
  4. Relajación y bienestar general: Además de los beneficios físicos y motores, la actividad física también impacta positivamente en los niveles mentales y psicológicos, reduciendo la ansiedad y el estrés.
  5. Mejora de la autoestima y el estado de ánimo: Estudios indican que el ejercicio físico tiene efectos positivos en la autoestima, especialmente en el corto plazo, contribuyendo a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.

Otros beneficios:

  • Aumento del rendimiento deportivo: La condición física mejora las habilidades físicas básicas, formando la base para el desarrollo de habilidades específicas en diversos deportes.
  • Logro de metas y objetivos: La disciplina asociada al fitness motiva a establecer metas y objetivos, pero es importante evitar que este enfoque se convierta en una obsesión que lleve a prácticas no saludables, como el uso de sustancias químicas.

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Historia

La práctica de ejercicio físico o “Fitness” tiene raíces que se remontan a muchos años atrás, cuando no se consideraba simplemente como el desempeño de un trabajo específico, sino más bien como un estilo de vida. En contraste con la actualidad, en tiempos pasados no se contaba con las máquinas y aparatos de vanguardia que facilitan la práctica de ejercicio, y sin embargo, las personas estaban en mejor forma física.

Para comprender mejor la cultura del Fitness y el culto al cuerpo, es necesario retroceder en el tiempo y observar nuestras raíces. Desde tiempos ancestrales, el entrenamiento físico y el Fitness han sido parte integral de nuestra historia mucho antes de la aparición de gimnasios, deportes en el hogar y entrenamientos personales, aunque de una manera muy diferente a la actual.

En los primeros tiempos de la humanidad, la supervivencia estaba vinculada al movimiento, y el desarrollo físico y muscular de los primeros seres humanos evolucionó naturalmente en respuesta a las demandas diarias y los peligros a los que se enfrentaban. La caza, el caminar, correr, trepar y saltar eran acciones esenciales para sobrevivir, esculpiendo sus cuerpos sin un conocimiento consciente de realizar ejercicio.

Con la llegada de la agricultura en el Neolítico alrededor del 8000 a. C., la actividad física se volvió más limitada y repetitiva, pero también surgieron movimientos más específicos, como subir escaleras, mejorando la coordinación humana.

En la antigüedad, entre el 4000 a. C. y la caída del Imperio Romano en el siglo V, el entrenamiento físico estaba orientado principalmente a prepararse para la guerra. La estructura y especificidad de los movimientos se centraban en habilidades como correr, andar en terrenos complicados, saltar, reptar, trepar y luchar.

En la época griega, especialmente en el periodo clásico, el interés por la belleza y la fuerza del cuerpo condujo a considerar el entrenamiento físico como un ideal filosófico y una parte esencial de la educación. Surge la famosa frase “mente sana en cuerpo sano”, y el culto al cuerpo se convierte en un estilo de vida.

La Edad Media trajo un cambio de mentalidad, donde la educación se enfocaba en la formación mental, dejando de lado la del cuerpo. Sin embargo, la alta nobleza seguía sometiéndose a un entrenamiento físico militar, y la población en general se ejercitaba mediante el trabajo físico en el campo.

Con el Renacimiento (1400-1600), resurge el interés por el cuerpo humano desde un enfoque anatómico, biológico y de salud. Surgen las primeras escuelas y libros dedicados al ejercicio físico y sus beneficios.

En los Tiempos Modernos, con la Revolución Industrial, la población se vuelve más sedentaria. Surge la práctica intencionada del ejercicio físico, impulsada por el fervor nacionalista. Diferentes iniciativas en Europa promueven el ejercicio por placer para mejorar la forma física.

A principios del siglo XX, el fitness se centra en la resistencia, y surge la industria del fitness con un enfoque competitivo y deporte especializado. Se promueven métodos innovadores, y la cultura del movimiento se expande gradualmente.

Hoy en día, con el auge del culturismo, los gimnasios, el Pilates y las tecnologías modernas, como pulseras y relojes de actividad, el fitness ha evolucionado. Los entrenadores personales y el asesoramiento en línea son opciones que reflejan la continua evolución de esta disciplina en la era de la conectividad.

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Cultura

En la última década, el sector del fitness ha experimentado un notable crecimiento gracias al aumento de la práctica deportiva entre el público femenino. Este fenómeno ha propiciado la proliferación de gimnasios exclusivos para mujeres, tanto en número de establecimientos como en la cantidad de usuarias inscritas.

El éxito de estos gimnasios específicos radica en diversas razones relacionadas con las diferencias morfológicas, metabólicas y hormonales entre hombres y mujeres. Por ello, las rutinas de entrenamiento y las máquinas utilizadas en estos centros se diseñan y adaptan específicamente para las necesidades y objetivos de las mujeres.

La comodidad y la intimidad son otros factores determinantes en el triunfo de los gimnasios femeninos. Muchas mujeres prefieren realizar sus entrenamientos en un entorno exclusivamente femenino, lo que les permite sentirse más cómodas, dejar a un lado complejos sobre su apariencia física y evitar la sensación de estar siendo observadas por hombres.

Es relevante señalar que el estilo de vida fitness no se limita únicamente a chicas jóvenes o atletas. Mujeres de todas las edades y condiciones físicas se han unido a esta comunidad en busca de cuidarse y mantenerse en forma.

En países como Estados Unidos, han surgido competiciones de salud y figura física para mujeres que, en cierto modo, han desplazado al culturismo femenino tradicional. Estas competiciones ponen mayor énfasis en la figura femenina y menos en el tamaño muscular. Las categorías de fitness y figura están claramente diferenciadas, donde las competidoras de fitness realizan ejercicios específicos, mientras que en la categoría de figura la competición se centra principalmente en la estética. A pesar de estas diferencias, muchas mujeres participantes transitan de una categoría a otra, evidenciando la versatilidad y la diversidad de enfoques dentro del mundo del fitness para mujeres.

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