Dólar vs. moneda local: ¿conviene ahorrar en divisas extranjeras?
Ahorrar en una moneda extranjera, como el dólar, ha sido una práctica cada vez más habitual en países con economías inestables o alta inflación. La incertidumbre constante sobre el valor futuro de la moneda local lleva a muchas personas a resguardar parte de su patrimonio en divisas extranjeras, buscando seguridad y previsibilidad. Pero, ¿realmente conviene ahorrar en dólares u otras monedas fuertes? Para responderlo, es necesario evaluar factores como estabilidad cambiaria, inflación, tipos de interés, costos de conversión y la visión a largo plazo de cada ahorrador.
La elección entre ahorrar en la moneda local o en dólares también depende del contexto económico del país: su apertura al comercio internacional, la gestión monetaria del banco central, las expectativas de devaluación y la experiencia histórica con crisis financieras. También entran en juego factores personales: proyectos de vida, metas de inversión, necesidad de liquidez local o uso de servicios internacionales.
En este artículo, analizaremos desde distintos ángulos comparativos: la función de refugio cambiario del dólar, la vulnerabilidad de la moneda local frente a la inflación y la política monetaria, así como los riesgos de apostar solo al dólar. La idea es brindar un panorama amplio y detallado, con información relevante respaldada por expertos y fuentes actualizadas, para que cada lector evalúe con conocimiento qué estrategia de ahorro le conviene más.
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¿Por qué considerar el dólar como refugio para ahorrar?
El dólar estadounidense es, desde hace décadas, la moneda de reserva global por excelencia. De hecho, permanece como entrenada mayoritaria en las reservas internacionales, constituyendo cerca del 59 % de los activos de bancos centrales . Esta posición privilegiada le brinda al dólar una estabilidad relativa frente a otras divisas, especialmente en tiempos de volatilidad financiera mundial.
Una de las principales razones por las que muchos optan por ahorrar en dólares es la alta probabilidad de que las monedas locales se deprecien más rápidamente debido a inflación elevada o políticas monetarias expansivas. En muchos países en desarrollo, el dólar ha mostrado menor erosión del valor comparado con la moneda local . Esa diferencia en fuerza cambiaria ha llevado a que gentes comuniquen que el dólar funciona mejor como reserva de valor.
Además, en momentos de crisis global o incertidumbre económica, el dólar se fortalece como «refugio seguro». El índice dólar (DXY), que mide su comportamiento frente a una canasta de monedas, suele subir cuando inversores buscan estabilidad . Eso garantiza a los tenedores de dólares preservar mejor su poder adquisitivo, especialmente en economías con mercados inestables o con restricciones de acceso a divisas.
Finalmente, ahorrar en dólares otorga también flexibilidad internacional: facilita compras en mercados globales, transacciones online, inversiones o viajes sin los costes de conversión que implicaría cambiar moneda local cada vez que se necesita divisa. Esto representa una ventaja adicional cuando se prevé necesidad de fondos fuera del entorno local.
Impacto de la inflación y devaluación en el ahorro local
La inflación actúa erosionando el poder de compra del dinero con el paso del tiempo. En un escenario donde la inflación anual supera la tasa de interés de los depósitos o cuentas de ahorro, el valor real de los ahorros disminuye. Por ejemplo, si una cuenta rinde 2 % pero la inflación es del 5 %, el poder adquisitivo se reduce, resultando en una pérdida real del 3 %.
La inflación golpea más fuerte a monedas con alta emisión indiscriminada: cuando aumenta la oferta monetaria sin respaldo, la moneda se devalúa. En muchos países emergentes, esto sucede con frecuencia, generando que los ahorradores busquen medios alternativos para no perder valor .
Además, la devaluación continuada incentiva la sustitución de moneda: si la moneda local pierde valor repetidamente, las personas empiezan a preferir divisas más estables para transacciones y depósitos. Este fenómeno de “currency substitution” o dolarización informal ocurre cuando la población retiene dólares como reserva para protegerse y transaccionar .
En ciertos casos extremos —como Argentina o Líbano—, existe una dolarización consolidada: precios, salarios y contratos funcionan en dólares, y la moneda local actúa como segunda o tercera opción. Ahorrar en moneda local se vuelve poco práctico ante la amenaza de hiperinflación o controles cambiarios.
Costos y riesgos de ahorrar en divisas extranjeras
Ahorrar en dólares también implica costos que no se deben ignorar. El principal es el costo de conversión: cada vez que se compra o vende dólares, se incurre en comisiones o spreads que pueden sumar entre 2 % y 5 % según el intermediario .
Otro riesgo es la fluctuación en la tasa de cambio: si el valor de la moneda local se fortalece frente al dólar, el tenedor de dólares pierde cuando convierte de nuevo a moneda local. Por ejemplo, si hoy $1=₭25 y mañana el dólar baja a ₭20, al vender habrá un impacto negativo sobre el capital en moneda local.
También existe el riesgo regulatorio o político: algunos países imponen controles cambiarios, límites a la compra de dólares o gravámenes que encarecen obtener divisas. Esto puede dificultar acceder al ahorro acumulado en dólares o volverlo a convertir libremente.
A nivel macroeconómico, una gran demanda de dólares puede empeorar la economía local y provocar una «fuga de capitales», impulsando aún más la devaluación y complejizando la política monetaria del país . Además, al ahorrar en dólares se pierde la «señoriaje» nacional, es decir, los ingresos que recibe un Estado al emitir su propia moneda.
Estrategias mixtas y perfiles de ahorradores
Dada la complejidad, muchos optan por una estrategia combinada: una parte del ahorro en moneda local y otra en dólares. Esto permite diversificar riesgos: la moneda local ofrece acceso inmediato a gastos del día a día, mientras que el dólar actúa como salvaguarda frente a crisis e inflación.
El perfil económico y las metas personales influyen mucho: si una persona planea viajar o invertir en el exterior, conviene tener al menos cierta cantidad en dólares . Para quienes piensan en comenzar estudios en el extranjero, tener ahorro en divisa reduce el riesgo cambiario. En cambio, si todo el proyecto vital ocurre dentro del país y se obtiene rendimiento razonable por invertir en moneda local, puede tener más sentido concentrarse en esa vía.
También existen instrumentos intermedios: cuentas bancarias en dólares, bonos protegidos contra inflación (como los TIPS estadounidenses), o depósitos en moneda extranjera que brindan intereses en dólares o equivalentes.
Un enfoque bien balanceado puede incluir:
- Ahorro en moneda local para gastos diarios y liquidez.
- Ahorro en dólares para protección ante devaluación.
- Inversiones en activos que ajusten por inflación o rindan en divisas, según la disponibilidad financiera del país.
El contexto global y local en 2025
En 2025, el entorno global continúa siendo incierto. El dólar, aunque sólido, enfrenta desafíos como el proceso de desdolarización liderado por bloques como BRICS, que buscan pagos en monedas locales o en metales como el oro . Aunque esto aún no reemplaza al dólar, indica posibles cambios en el largo plazo.
Para economías emergentes, la fortaleza del dólar sigue siendo una espada de doble filo: beneficios para consumidores al bajar precios de importación, pero mayores costos por deuda en dólares y presión sobre divisas locales.
Adicionalmente, países con crisis recurrentes, como Argentina, muestran cómo el dólar se utiliza para protegerse de ciclos de inflación y devaluación —incluida la dolarización informal y oficial según el caso . En muchos de esos escenarios, la confianza en la moneda local requiere años de estabilidad.