Astrología: Concepto, historia, clasificación y características
La astrología, en su concepto más extenso, es un sistema de creencias y prácticas que sostiene que es posible atribuir un significado a los fenómenos astrales y a las constelaciones, a partir de la interpretación de su relación con los acontecimientos en la Tierra. Esta conexión se emplea como herramienta para predecir el futuro y analizar las características de los individuos. Aparte de la astrología occidental, existen otras variantes como la astrología china y la hindú.
Según los astrólogos, la ubicación de los cuerpos celestes en el instante preciso del nacimiento de una persona, así como sus movimientos futuros, influyen en la personalidad de esa persona y, por ende, en su destino. A pesar de que los científicos han desestimado durante siglos los fundamentos de la astrología, millones de personas siguen creyendo en ella y practicándola.
Índice de contenidos
Introducción
En términos generales, las predicciones astrológicas no tienen respaldo científico ni capacidad explicativa conforme a los criterios de la ciencia actual, y son vistas como pseudociencia. La astrología occidental se originó en épocas precristianas, en Babilonia y el antiguo Egipto.
Los principios y métodos de interpretación actuales de la astrología occidental provienen de la astrología helenística, la cual, a su vez, heredó conocimientos de la ciudad de Alejandría (Egipto). Fue durante este período que la astronomía se consolidó como una disciplina basada en la observación y el análisis matemático del cielo, separándose de las interpretaciones astrológicas, aunque durante un largo tiempo fue considerada una ciencia auxiliar de la astrología.
En Europa, la astrología ha tenido una historia inestable. Tras la adopción del cristianismo como religión oficial del Imperio Romano, fue objeto de persecución y relegada. Sin embargo, en los últimos años de la Edad Media, experimentó una recuperación de prestigio, y desde el Renacimiento hasta el siglo XVII, fue considerada una ciencia. No obstante, a partir de la Ilustración, perdió credibilidad entre los intelectuales.
En el siglo XX, resurgió un renovado interés por la astrología, y a partir de 1960, especialmente impulsada por el movimiento de la Nueva Era en el hemisferio occidental, recobró popularidad. La ciencia moderna aborda la astrología contemporánea desde el punto de vista de las ciencias religiosas y la historia cultural.
Historia
Numerosas culturas, como la hindú, china, maya y otras, han otorgado una gran importancia a los fenómenos astronómicos, desarrollando complejos sistemas para predecir eventos terrestres basándose en observaciones de los cielos.
En el mundo occidental, la astrología a menudo se centra en los horóscopos, diagramas que reflejan el cielo en el momento de un acontecimiento, y en la interpretación de la carta astral, un gráfico que muestra la disposición del firmamento al momento del nacimiento de una persona.
Estos métodos permiten a los astrólogos analizar el pasado, comprender el presente y prever el futuro, a la vez que se intenta explicar la personalidad de los individuos mediante las posiciones del sol, la luna y otros cuerpos celestes.
Se cree que la astrología existe desde al menos el segundo milenio a.C., con raíces en los calendarios agrícolas utilizados para predecir cambios estacionales y para interpretar los ciclos celestes como mensajes divinos. Un tipo de astrología ya se practicaba durante la primera dinastía mesopotámica (1950-1651 a.C.). La astrología china se desarrolló durante la dinastía Zhou (1046-256 a.C.). Después de 332 a.C., la astrología helenística se fusionó con la astrología egipcia de Alejandría, originando lo que hoy conocemos como horóscopo astrológico.
La expansión de Alejandro Magno permitió que la astrología se difundiera por Grecia y Roma, donde se vinculó con la “sabiduría caldea”. Tras la conquista musulmana de Alejandría en el siglo VII d.C., eruditos islámicos estudiaron y tradujeron los textos helenísticos al árabe y al persa medio. En el siglo XII, estos textos fueron llevados a Europa, y traducidos al latín, lo que contribuyó al Renacimiento europeo, cuando astrónomos destacados como Galileo Galilei, Tycho Brahe y Johannes Kepler también actuaban como astrólogos de las cortes reales.
En la literatura renacentista, se pueden encontrar referencias astrológicas en las obras de autores como Dante Alighieri, Geoffrey Chaucer, Lope de Vega, Christopher Marlowe, William Shakespeare y Pedro Calderón de la Barca.
A lo largo de la historia, la astrología fue aceptada en contextos políticos y académicos, y estuvo vinculada con otros campos del conocimiento como la astronomía, la alquimia, la meteorología y la medicina. Sin embargo, al final del siglo XVII, los avances en astronomía, como el heliocentrismo, y en física, como la mecánica newtoniana, comenzaron a cuestionar los principios astrológicos, lo que llevó a la astrología a perder su estatus académico y teórico, disminuyendo considerablemente su aceptación en la sociedad.
¿Es la astrología una ciencia?
La astrología no es considerada una ciencia, sino una pseudociencia. Aunque algunas personas la practican y la creen, sus conclusiones no son verificables, reproducibles ni falsables, lo que impide que se ajuste al método científico. A diferencia de la ciencia, que requiere evidencia empírica, la astrología se basa en tradiciones culturales y simbólicas, lo que significa que no utiliza el método científico para establecer sus teorías.
Origen de la astrología
La astrología tiene múltiples orígenes, ya que la fascinación humana por los astros ha existido desde las civilizaciones más antiguas, como las culturas china, india, maya y mesopotámica. Se tienen evidencias de prácticas astrológicas que datan de hace más de 25,000 años. En Occidente, la astrología comenzó a desarrollarse alrededor del año 2,000 a.C. en Babilonia y Egipto, donde se vinculaba estrechamente con la religión y las decisiones políticas. Por ejemplo, en los textos de la Antigua Babilonia se relata que el gobernante Gudea de Lagash recibió orientaciones divinas sobre la constelación más adecuada para construir un templo.
La tradición astrológica más influyente para Occidente fue la griega. Después de la conquista de Egipto y Asia Menor por Alejandro Magno en 332 a.C., se fusionaron las tradiciones astrológicas babilónica y egipcia en Alejandría, dando lugar a la astrología horoscópica.
Los signos zodiacales
Los signos zodiacales son las constelaciones que se ubican a lo largo de la línea eclíptica, que es la trayectoria aparente del Sol alrededor de la Tierra. Se dividen en doce sectores de treinta grados cada uno, formando lo que se conoce como las “doce casas”. Cada sector está asociado con características específicas y con mitos, en su mayoría de origen griego. Los doce signos del zodíaco son Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
El término “zodíaco” proviene del griego “zodion”, que significa “pequeña imagen de animal”, refiriéndose a las constelaciones que representan figuras mitológicas. En cambio, el “horóscopo” proviene de las palabras griegas “hora” (hora) y “skopein” (observar), lo que se refiere a la observación del momento en que ocurren ciertos eventos.
Astrología y astronomía
A pesar de que ambos términos comparten una raíz etimológica, la astrología y la astronomía son disciplinas completamente diferentes. La astronomía es una ciencia que utiliza el método científico para estudiar el universo, sus estrellas, planetas y otros objetos celestes mediante el uso de herramientas como telescopios y otros instrumentos. La astrología, por su parte, no sigue el método científico y se basa en interpretaciones simbólicas y místicas de los astros. Los astrónomos se enfocan en obtener conclusiones verificables y comprobables, mientras que los astrólogos interpretan las posiciones de los astros según tradiciones culturales.
Conclusión
En resumen, la astrología es una práctica basada en tradiciones y simbolismos que no se ajusta al método científico. Aunque tiene una rica historia cultural y sigue siendo popular en muchas partes del mundo, no constituye una ciencia. Si alguien desea información científica sobre el universo o los astros, debe recurrir a la astronomía.
Espero que este resumen haya abordado adecuadamente todos los temas y detalles que mencionaste. Si necesitas más información sobre algún aspecto específico, no dudes en decírmelo.